Proceso a la Corte: el camino a ninguna parte

Julio Perotti

Finalmente, la mayoría kirchnerista impuso su criterio y la Comisión de Juicio Político del Congreso avanzó con un dictamen acusatorio contra los miembros de la Corte Suprema, lo que virtualmente cierra un proceso que duró todo el año.

Está claro que la situación marcha hacia un callejón sin salida: el por ahora oficialismo kirchnerista no tiene ni de cerca los votos necesarios en la Cámara baja.

El dictamen de mayoría señala cuatro causales de enjuiciamiento, incluyendo decisiones relacionadas con la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, el "dos por uno" para militares presos por crímenes de lesa humanidad, la conformación del Consejo de la Magistratura y el manejo de la obras del Poder Judicial. La votación a favor provino exclusivamente del oficialismo, evidenciando la polarización en el Congreso.

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La oposición presentó un dictamen de minoría oponiéndose a la prolongación del proceso, mientras que un tercer dictamen, impulsado por el diputado Alejandro "Topo" Rodríguez, también se opone al enjuiciamiento de la Corte Suprema. Este último refleja la diversidad de opiniones dentro de la oposición.

El proceso debió haber concluido  a inicios de noviembre pero fue extendido casi hasta diciembre, lo que generó críticas y cuestionamientos sobre su legitimidad.

Fue todo tan irregular que dentro del kirchnerismo se produjeron cambios de último momento para asegurar la firma de legisladores oficialistas.

Además, desde la oposición se cuestionaron la duración y la motivación política detrás del juicio, desacreditando su seriedad y legitimidad.

En resumen, la sesión de este martes 29 de noviembre revela un proceso de juicio político marcado por la polarización, la falta de consenso y cuestionamientos sobre su legitimidad y transparencia.

Un año perdido en el Congreso en un espectáculo que sólo tenía un objetivo: justificar esa idea de Cristina Fernández de Kirchner de que los juicios en su contra son una persecución del Poder Judicial.