Se agrava la mortandad de animales

Gustavo Giailevra es un productor ganadero de la zona de Pozo Borrado, que admite a EL CAMPO HOY que esta sequía “va a ser peor que la de 2008”. Para esta ocasión, que ya estaba anticipada, 

los productores nos hemos preparado haciendo muchas inversiones, tales como cosecha de agua, perforaciones y aguadas”, pero reconoce que no hay mucho que pueda hacerse cuando debajo de la napa de los 8, metros ya no queda nada de agua.

El norte de Santa Fe se está transformando en un verdadero cementerio de animales. En el campo de Giailevra, se estima que son unas 200 vacas, unas 1.000 en el departamento y unas 3.000 en toda la región. Según el productor, a diferencia de 2008, los productores se la veían venir y se prepararon, pero aún así, no alcanzó. Es que en Pozo Borrado, donde está este campo, en todo 2022 llovieron menos de 500 milímetros, y en los últimos 6 meses, tan solo 40. No hay agua. Nada.

Adiós genética, adiós

Paradójicamente, el departamento 9 de julio, lejos de ser una zona marginal, es el emplazamiento de algunas de las Cabañas Braford y Brangus más reconocidas a nivel nacional, que en los últimos años llevaron adelante una mejora sustancial en la genética de la región, para productores grandes y sobre todo para los chicos. Sin embargo, la sequía puso freno a todo eso.

Acá sufrimos los productores grandes y los chicos, pero más que nada aquel que no le cambió las gomas a su F100 vieja para comprar pajuelas y mejorar sus terneros, que hoy se venden con destino de consumo a China

, admite con amargura.

Políticas de Estado se buscan

Según Giailevra, a esta altura del partido, ya no hay nada que pueda hacerse más allá de acarrear cisternas para proporcionar agua a los animales. O en realidad sí puede hacerse algo. “Teniendo el Río Paraná a 150 kilómetros como fuente de agua de calidad, creemos en la importancia de la construcción de un canal que permita producir y abastecer al mundo, que hoy demanda nuestras carnes”.

Mientras tanto, los animales bajan a los charcos de barro a beber, pero debido a su mal estado corporal, se empantanan y si no se los saca a lazo, mueren. Hoy, el mapa de reservas de agua útil a nivel nacional, es cero. Mientras Santa Fe le ruega a Santiago del Estero que aumente los caudales del Río Salado, ese seco cementerio sigue sumando cuerpos.