Señales e indicadores para reconocer si tu cuerpo necesita más agua

Durante el verano, ponemos más atención a tener el hábito de tomar la cantidad necesaria de agua por las altas temperaturas y en invierno, a veces, se nos olvida lo esencial que sigue siendo para nuestra salud.

Cuando comienza el frío tenemos menos sensación de sed, sudamos menos y, se suelen realizar menos actividades. También, consumimos menos frutas y verduras (aporte de agua significativo), comienzan a circular más enfermedades y nos cuesta ingerir líquidos por su baja temperatura, sentimos que “nos enfría el cuerpo”. Por esto, te contamos los síntomas que podés reconocer en tu cuerpo cuando estás descuidando el consumo de agua que necesita.

¿Qué es la deshidratación?

Sucede cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere y no tiene los suficientes para funcionar bien.

Existen posibles causas como la diarrea, vómitos, sudoración excesiva, orinar demasiado, fiebre o algo tan simple como no beber la cantidad suficiente de líquidos.

Es importante conocer quiénes se encuentran en riesgo o tienen más probabilidad de padecer esta afección:

Adultos mayores: A medida que crecemos, la reserva de líquidos de nuestro cuerpo se hace más pequeña, la capacidad de conservar agua se reduce y la sensación de sed se hace menos fina.

Bebés y niños pequeños: Tienen más probabilidades de tener diarrea o vómitos.

Personas con enfermedades crónicas que les causan orinar o sudar con más frecuencia: Como diabetes, fibrosis quística o problemas renales.

Personas que toman medicamentos que les hacen orinar o sudar más.

Personas que hacen ejercicio o trabajan al aire libre cuando hace calor.

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Ahora sí, veamos los síntomas a los que debemos estar atentos y reconocer

-En adultos: mucha sed, boca seca, orinar y sudar menos de lo habitual, orina de color oscuro, piel seca/fría, sensación de cansancio, mareos, dolor de cabeza, calambres musculares.

-En bebés y niños pequeños: sequedad en boca y lengua, mal aliento, llorar sin lágrimas, no mojar los pañales por 3hs o más, fiebre alta, sueño/somnolencia inusual, irritabilidad, ojos/mejillas con apariencia de hundidos

La deshidratación es grave y se aconseja consultar a un médico cuando se presenten los siguientes síntomas:

-Confusión, desmayo, falta de micción (orina), latidos rápidos, respiración rápida, shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo), piel seca y arrugada, inconciencia o delirio

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Algunas recomendaciones para prevenir la deshidratación:

Primero que nada, es recomendable tomar suficiente agua todos los días, al menos 2 litros por día aunque las necesidades varían según cada persona. Es preferible preguntarle a tu médico cuál sería la cantidad indicada. Ingerí alimentos ricos en agua como frutas y vegetales.

Guiate por tu sed y encargate de saciarla, más aún si realizas ejercicio ya que perdés muchos minerales por el sudor.

Si estás enfermo o alguien cercano a vos lo está, estar atentos a los síntomas, hidratarse más y, en el caso de diarrea o vómitos, no esperar a ver los signos de deshidratación, tomar mucho líquido inmediatamente.

Si no tratamos la deshidratación a tiempo, corremos el riesgo de padecer complicaciones graves como: lesión por calor (calambres o golpes de calor), problemas renales y urinarios, convulsiones, choque por volumen sanguíneo bajo (baja la presión arterial y disminuye la cantidad de oxígeno en el cuerpo).

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