Crece el número de jóvenes que buscan recuperarse de las adicciones en "Fazenda"

La problemática de la adicción en Argentina es cada vez más grave, con un creciente número de jóvenes buscando ayuda para superar sus problemas. 

"La Fazenda de la Esperanza" es una organización internacional que nació hace 40 años en Brasil y que hoy cuenta con 11 centros en Argentina, y que recibe cada vez más solicitudes de auxilio.

Patricia Heredia, voluntaria en Fazenda de la Esperanza y responsable de la organización en Carlos Paz, y madre de un joven adicto en recuperación, compartió en Cadena 3 su experiencia, y relató: "Yo hubiera evitado muchas cosas en mi vida si alguien me hubiera traído un papelito y me hubiera dicho: toma, comunícate con tal que acá está Fazenda de la Esperanza".

En estos centros se busca devolver a los jóvenes los hábitos básicos como levantarse temprano y realizar tareas sencillas como cuidar animales o trabajar en una granja. Pero por sobre todas las cosas se enfocan en el aspecto espiritual para "lograr una recuperación desde adentro hacia afuera".

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En esa línea, contó que el ingreso a la granja es libre y la salida también. Y reveló que no hay celadores, psicólogos, psiquiatras, ni pastillas. Y agregó: "El que recién empieza debe tener interés en cambiar su vida; eso es el pie para que ellos se lo propongan y puedan salir adelante".

A pesar del alto número de solicitudes para ingresar a estos centros -algunos tienen incluso lista de espera-, Patricia recalcó que no reciben ayuda del Estado. "Se autosustenta con una cuota", indicó.

Sobre el nivel de la recuperación de los jóvenes, Patricia confesó que de cada 20 personas, logran un cambio radical en 1. Sin embargo, aclaró que eso no significa "que los demás no tengan posibilidades de recuperarse".

En ese sentido, insistió en la necesidad de una ley específica para las adicciones. "No tenemos que estar en la ley de salud mental", manifestó, haciendo hincapié en las diferencias fundamentales entre estos dos problemas.

A pesar del desafío constante y las dificultades edilicias y financieras con las que se enfrentan estos centros, Patricia resaltó el valor “incalculable" del trabajo que realizan: "La Fazenda lo que tiene es una escuela de vida, porque enseña valores y a respetar a la familia".

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