El golpe comunicacional de Trump dejó a Biden en jaque

Carolina Amoroso

Esta semana se han sumado muchas novedades que ponen "en la cuerda floja" la candidatura de Joe Biden. Vamos a empezar por lo que ha trascendido en los medios de todo el mundo: Biden fue diagnosticado con Covid-19. 

Previo a eso, se conoció una entrevista (que no tiene conexión con el diagnóstico) en la cual el presidente norteamericano decía que consideraría bajarse de la carrera presidencial de 2024 si fuera diagnosticado con una condición médica.

Ahora bien, se sumaron otros elementos que hacen pensar que realmente el Biden candidato de cara a las elecciones del 5 de noviembre está totalmente en jaque.

Para empezar, trascendió en los medios norteamericanos que Barack Obama habló con allegados y expresó su preocupación por la capacidad de Biden de permanecer como el candidato demócrata y dijo, según estos mismos trascendidos de allegados de personas de su círculo, que su victoria en noviembre se está volviendo cada vez más difícil.

Recordemos que Obama ha respaldado y mucho a Biden, porque él fue su vicepresidente. Lo que hay que entender ahora es que la candidatura de Biden no está oficializada, porque todavía no se hizo la Convención Demócrata.

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De hecho, hubo algunas elucubraciones en estos días sobre la posibilidad de adelantar esa formalización de la candidatura. El propio Biden admitió que él asumió la presidencia como un presidente "de transición", entendiendo que está terminando este mandato con 81 años.

Lo que ha sucedido en las filas del Partido Demócrata será motivo de análisis más adelante. ¿Por qué no lograron consolidar a una figura fuerte para esa transición? Para que la continuidad no fuera con Biden, sino con un candidato más joven.

En medio de todo esto, Donald Trump se muestra fuerte, vigoroso, en medio de lo que fue la Convención Republicana, donde fue "más Trump que nunca" e impuso la moda de ponerse las gazas en la oreja derecha como símbolo de su resistencia frente al intento de magnicidio del sábado pasado.

Donald Trump luce con gazas en su oreja derecha durante la Convención Republicana, tras el intento de asesinato del sábado pasado. (Foto: El Diario)

Trump todo lo transforma en ícono, en un golpe comunicacional -por cierto, tremendamente efectivo- y obviamente se vuelve más sólido teniendo la ventaja también de las dudas sobre si Biden está o no apto para ejercer la presidencia.

Biden ha tenido algunas confusiones realmente muy preocupantes. El presidente norteamericano en una entrevista con BET News se quiso referir a su secretario de Defensa, una figura clave en su gabinete, Lloyd Austin. Pero no le salió el nombre y se refirió a su funcionario como "ese hombre negro".

Claramente, Biden por momentos se muestra totalmente perdido y cada vez que intenta salir a dar una entrevista o a dar un discurso o a mostrarse al mando de las cuestiones que hacen a la agenda presidencial, algo pasa y termina solo oscureciendo más, termina solo reforzando más esos interrogantes que hay sobre su edad y sobre la posibilidad de que esté sufriendo un serio deterioro cognitivo.

En fin, un Donald Trump cada vez más fuerte y una candidatura de Joe Biden cada vez más en la cuerda floja.

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