El partido del Estado se juega todo contra los corredores de mamuts
17/03/2025 | 15:06Redacción Cadena 3

El debate sobre el rol del Estado en Argentina cobra una relevancia inusitada en las últimas semanas. La crítica a la estructura pública resuena con fuerza, y muchos plantean la necesidad de un cambio profundo. En este contexto, un análisis que destaca la complejidad de la situación se vuelve imprescindible.
La afirmación de que "los que viven del Estado en la Argentina son millones" subraya una problemática que se ha perpetuado a lo largo del tiempo. Esta realidad invita a reflexionar sobre la distinción entre los empleados estatales que cumplen funciones necesarias y aquellos que, según algunos, no aportan al bienestar social. La falta de esta distinción es un tema recurrente en el debate actual.
El autor de este análisis critica a los sindicatos estatales por su complicidad con "los militantes acomodados". Esta complicidad, que "siempre hizo la vista gorda", perpetúa la ineficiencia en el sector público, una cuestión que merece atención. La crítica se extiende a los contratistas del Estado, quienes, al igual que los sindicatos, no denuncian a aquellos que operan de manera irregular. "Son todos gatos pardos, digamos, ¿no?", plantea, sugiriendo que la corrupción y el clientelismo son prácticas comunes que afectan la gestión pública.
En este contexto político, con Javier Milei al frente del gobierno, se vislumbra un momento crítico. La firma del acuerdo con el FMI se acerca, y con ello, la posibilidad de reunir algunas reservas de manera más sólida. Este ajuste del gasto público se presenta como esencial para continuar con la política económica del gobierno, aunque los límites de esta estrategia son evidentes.
Recientemente, el gobierno reportó un superávit fiscal del 0,1% del PBI, un hecho inusual en los últimos años, logrado a pesar de la reducción de impuestos y retenciones. Sin embargo, la fragilidad de esta situación es palpable. La incertidumbre que rodea al mercado cambiario genera inquietud, y el dólar MEP, que acaba de subir a 1.247 pesos, es un claro indicador de esta inestabilidad.
El "partido del Estado" se encuentra en una coyuntura propicia para actuar. Hoy se presenta como un momento crucial para desafiar las políticas del gobierno. Las centrales sindicales, como ATE y las dos CTA, han convocado a marchas en defensa de los jubilados, un símbolo de la lucha por los derechos de este sector.
Sin embargo, la postura de ATE ha sido cuestionada por no haber defendido adecuadamente a los jubilados en el pasado, cuando la inflación erosionaba sus ingresos. La crítica se centra en que "están en guerra por la de ellos, no por la de los jubilados", lo que plantea interrogantes sobre la verdadera motivación detrás de estas movilizaciones.
Las protestas se intensifican, y un paro previsto para el 27 de marzo muestra la estrategia de los sindicatos para aprovechar el momento. Hacen estas cosas porque es el momento justo para golpear. Esta situación contrasta con los sindicatos privados, que enfrentan mayores restricciones en su capacidad de movilización.
A diferencia de los empleados estatales, estos trabajadores deben cuidar su fuente de trabajo y aportar al bienestar de la comunidad. "Son los corredores de mamut que luego llegan a la noche a la tribu y reparten el mamut a la hora de la cena", ilustra, diferenciando las realidades laborales de ambos sectores.
La lucha por el poder y los recursos continuará en el escenario político argentino. La necesidad de un debate profundo y honesto sobre el rol del Estado se hace más urgente que nunca.