Eliminan los intermediarios en salud: los desafíos del nuevo sistema de aportes

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El gobierno nacional implementó un nuevo sistema que obliga el traspaso directo de los aportes y contribuciones de 1.400.000 trabajadores en blanco a las empresas de medicina prepaga, a menos que el trabajador exprese su voluntad en contrario. Esta medida tiene como objetivo eliminar el sistema de intermediación que actualmente existe, donde los fondos destinados a la salud pasan primero por las obras sociales, generando costos adicionales. 

Según el gobierno, las entidades sindicales que manejan las obras sociales retienen aproximadamente 30.000 millones de pesos al mes. La expectativa oficial es que esta medida reduzca las cuotas para los afiliados. Carlos Regazzoni, médico y ex titular del PAMI, expuso en diálogo con Cadena 3 las implicaciones de esta decisión: “El sistema de obras sociales se financia con los aportes y contribuciones que representan un 9% del salario en bruto de todos los trabajadores en blanco”. 

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Regazzoni señaló que, al eliminar la intermediación, los trabajadores que opten por medicina prepaga enfrentan un riesgo significativo. “En la eventualidad que el trabajador deje de poder seguir pagando la cuota de la prepaga, no va a tener obra social a la cual regresar”, advirtió. Esto podría forzar a los trabajadores a elegir entre diferentes obras sociales en caso de que no puedan costear la medicina prepaga.

El especialista destacó también que esta medida puede desfinanciar el sistema de obras sociales. “Los trabajadores que van a elegir pagar una prepaga son los de mayores ingresos. Por lo tanto, las obras sociales deben brindar el mismo nivel de salud con un porcentaje de los salarios de los de menores ingresos”, explicó Regazzoni. Esto podría resultar en un sistema dual de financiamiento, donde los de altos recursos acceden a mejores servicios, mientras que los de bajos ingresos reciben menos atención.

Regazzoni cuestiona la lógica detrás de las cuotas. “¿Por qué una prepaga necesita una cuota que le llegue al 25% del salario del trabajador para brindar el plan médico obligatorio, y la obra social lo hace por el 9%?”, se pregunta, sugiriendo que esto podría llevar a una fractura del sistema de salud solidario existente. “Si el que tiene mucho no aporta para el que tiene poco, el sistema de financiación no funciona”, concluye.

La implementación de esta medida genera un debate sobre el futuro del sistema de salud en Argentina, donde el acceso equitativo a la atención médica se encuentra en juego. Regazzoni enfatizó que “lo que hay que resolver son las deficiencias en las obras sociales, no fracturar el sistema”.

Entrevista de Ahora País 

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