La historia del primer encuentro entre Pelé y Maradona: "Fue maravilloso"

Diego Borinsky

El 9 de abril de 1979, en Brasil, se produjo el mítico encuentro entre Pelé y Diego Armando Maradona. El mismo fue propiciado por Guillermo Blanco, periodista de El Gráfico, quien pasó por Cadena 3 para recordar ese momento.

Todo surge en medio del Torneo Sudamericano Sub-20 de 1979, que se disputó en Uruguay, y era clasificatorio para el Mundial que se disputó en Japón ese mismo año.

"Estábamos en la playa de Atlántida, tirados en la arena. Menotti les había dado día libre. Entre todas las cosas que me dice en la nota, dice que sería un sueño conocer a Pele. Volví al Gráfico con la idea y entre febrero y marzo estuvimos trabajando, en mi caso muy alocadamente. El corresponsal de El Gráfico en Brasil, que era Tari Batista, lo conocía a Pelé e hizo los contactos allá", explicó Guillermo.

Al avión se subieron Blanco, un fotógrafo del diario, Diego y su padre (don Diego). "Pelé nos recibe en casa, en la calle Cantilo. Llegamos y había salido, recorrimos la casa y lo esperamos en el living", contó el periodista.

"La idea es que fuera una charla entre ellos, no una nota. Yo estuve siempre de costado, no quería aparecer. Salió como lo pensamos, Pelé hasta tocó la guitarra", agregó.

El momento más fuerte del encuentro, según Blanco fue "cuando lo toma de la mano a Diego y empieza a darle consejos. Fue maravilloso". "Fueron premonitorios", agregó.

Más frases de Guillermo Blanco

Para hacer una nota así, con las mismas personas, hoy necesitaríamos 50 personas para hacer esto.

Nadie sabía nada, era un secreto absoluto, hoy eso sería imposible

Diego siempre fue un chico común.

Cuando Pelé entra, pasó de largo, lo gambeteó al diego, lo gambeteó a Jorge, y abrazó al papá, a Don Diego.

Cuando me senté a hacer la nota, estaba muerto.

Diego estaba nervioso, y Pelé le pregunta qué le pasaba, y él le contesta que estaba preocupado porque había hecho un gol con la mano. Y Pelé le respondió “¿qué tiene? Eso es problema del árbitro”

Hay gente que no muere nunca. Hay gente que no está con nosotros, pero nos deja algo para toda la vida