Volcán Domuyo: conquistar la montaña más alta de la Patagonia

Uno de los grandes desafíos que se proponen los aventureros es llegar a la cima de los sitios más altos. Argentina tiene una gran cantidad de picos para descubrir. Con 4.709 metros de altura sobre el nivel del mar, el volcán Domuyo es considerado la montaña más alta de la Patagonia. El nombre de este coloso de tierra y roca, proviene de la lengua mapuche y significa “que tiembla y rezonga”.

Pertenece a un área protegida que está en el norte de la provincia de Neuquén, en los departamentos Minas y Chos Malal. Forma parte de la zona conocida como la Cordillera del Viento, que corre en forma paralela al cordón andino, pero dentro de Argentina. 

Foto: Argentina Extrema

Para llegar a la cima, hace falta preparación física. Además, es una expedición de varios días, que debe ser planificada con tiempo y siempre de la mano de personas profesionalmente preparadas.

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El ascenso comienza en un pueblo llamado Varvarco o "La Puerta al Domuyo". Desde Chos Malal hasta Varvarco, se atraviesan varios parajes con paisajes únicos. Además, ríos, arroyos y miradores. A 45 km aproximadamente de Varvaco, se llega al sector conocido como "El Playón". Desde allí, se asciende a 2.800 msnm, lugar en el que se encuentra "Las lagunitas", el primer campamento. 

Foto: Neuquén informa

Posteriormente se puede acampar a los 3.800 msnm antes de llegar a la cumbre. Cuanto más cerca se está del objetivo, más compleja es la subida. En el sector conocido como "La montura", que se encuentra a 4.100 msnm, hay pendientes que alcanzan los 65 grados. 

Unos metros más y se llega a la cumbre. Desde allí se disfruta, no solo el logro sino también el paisaje patagónico. A eso se suman la inmensidad, el aire puro y los sonidos de la naturaleza. Una combinación que provoca buenas sensaciones y sobre todo mucha emoción. 

Foto: Andestrack

Conquistar el Domuyo lleva 6 días llenos de adrenalina, aventura, emoción y esfuerzo. El premio vale la pena: conquistar la cumbre más alta de la Patagonia, lugar donde pocos llegan pero que provoca la sensación de haber conquistado mucho más que una cumbre. 

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