George Foreman, el gigante emboscado en la jungla que llevó su corona al cielo
El icónico boxeador pesado murió el viernes a los 76 años. Protagonista de históricos combates frente a los mejores de la historia, como "Rumble in the jungle", quedó en el recuerdo de todos los aficionados del boxeo.
23/03/2025 | 10:10Redacción Cadena 3

George Foreman estaba de pie en esa verdadera jungla del Congo, en Kinshasa, Zaire. Oscuros intereses habían llevado a uno de los mayores eventos deportivos del siglo a un lejano y pobre país africano, con un gobierno dictatorial.
Enfrentaba a un “monstruo” disfrazado de humano, que se hacía llamar por su religión musulmana Muhammad Alí. A Big George no le importaba: él era el campeón imbatible de los pesados, un símbolo de su categoría, su raza y su país. Pero sí le molestaba el sabor a “medicina” en su boca.
Antes de subir a ese ring para el combate llamado “Temblor en la jungla”, (Rumble in the jungle), su preparador le dio agua que tenía un sabor extraño, y ese regusto primero afectó su paladar y, por lo que contó años después, su rendimiento.
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Fue la mayor figura del boxeo de los 90. Imbatible, batió récords de ventas en Las Vegas, tuvo problemas con la ley, sufrió la bancarrota y cada vez que aparece su nombre está en todas partes.
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Con Cassius Clay eran compatriotas, pero el promotor Don King hizo una gran campaña pubicitaria y el retador era el favorito: un estadio colmado le pedía a Alí que “matara” al actual campeón de los pesados.
Era el 30 de octubre de 1974. El combate fue una guerra en los primeros rounds, pero Alí, que era tan astuto como fuerte, comenzó a apoyarse en las cuerdas, dejaba que George se desgastara y este cayó en su trampa: lo hizo poco a poco. Hasta que Muhammad lo golpeó de manera reiterada y lo noqueó en el octavo asalto.
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Foreman, que en ese momento tenía 25 años, era un boxeador invicto y temido por su impresionante poder de nocaut. Había derrotado a rivales de renombre como Joe Frazier y Ken Norton, quienes habían complicado previamente a Ali.
Por su parte, Ali, de 32 años, regresaba al ring tras una suspensión de varios años por negarse a alistarse en la guerra de Vietnam, y su imagen como activista político trascendía el cuadrilátero. El combate se presentó como un choque entre el poder establecido y el carisma de un ícono de la resistencia.
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La pelea fue considerada un fenómeno cultural y político y fue financiada por el régimen del dictador Mobutu Sese Seko. Atrajo a más de 60.000 espectadores al estadio 20 de Mayo y fue vista por hasta mil millones de personas en todo el mundo. Se estima que generó aproximadamente 600 millones de dólares. El combate también reflejó discursos en disputa sobre poder, identidad y orgullo cultural.
Foreman nació en Marshall, Texas, en 1949, creció en un entorno de pobreza y tuvo un camino complicado hacia el éxito en el boxeo. A los 19 años, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México 1968, un logro que marcó el inicio de su carrera profesional.
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Fue el dueño del boxeo internacional en la década de los 90. Promocionó más de 500 combates por el título del mundo y bajo su tutela se encontraron parte de los peleadores más famosos de la historia.
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Foreman se convirtió en profesional en 1969 y rápidamente se posicionó con victorias abrumadoras en sus primeros combates. En 1973, se coronó campeón mundial tras derrotar a Joe Frazier en un combate inolvidable en la época.
Después de la pelea con Muhammad Alí, Foreman enfrentó una profunda depresión que lo alejó del ring durante un tiempo. Sin embargo, regresó en 1976 y continuó compitiendo, aunque su estilo había cambiado. En 1977, tras una pelea que lo dejó con problemas de salud, Foreman se acercó a la religión y decidió alejarse del boxeo para convertirse en pastor.
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El púgil brasilero fue el mayor noqueador de la historia del boxeo, múltiple campeón mundial y considerado el mejor de la historia de su país. En Cadena 3 contó sus duros comienzos y las sensaciones que tuvo al llegar a la cima.
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En 1987, a los 38 años, el mundo recibió una gran noticia: “Big George” volvía al boxeo. A pesar de sus limitaciones físicas, Foreman continuó ganando combates y se convirtió en un ícono tanto dentro como fuera del cuadrilátero. Se reencontró con Alí y, lejos de cualquier rencor, se hicieron grandes amigos y se mostraban públicamente por el mundo.
George tuvo otra oportunidad de pelear por el título en 1991 contra Evander Holyfield, pero perdió en las tarjetas. Sin embargo, en 1994, a los 45 años, se convirtió en campeón del mundo nuevamente al derrotar a Michael Moorer, estableciendo un récord como el boxeador más veterano en ganar un título mundial. De nuevo, Foreman desafiaba al establishment del boxeo.
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Foreman se retiró del boxeo en 1999. A pesar de un intento de regreso en 2004, lo hizo agotado de constantes impedimentos técnicos y burocráticos que le impedían participar de los grandes eventos y pelear con los mejores, como a él le gustaba. Se dedicó a vender parrillas y a participar en programas de televisión y el osco peleador se convirtió en su ser querible para la familia americana.
George Foreman, “Big George”, falleció el pasado viernes 21 de marzo de 2025 a la edad de 76 años. Su imagen siempre será parte del boxeo mundial, no solo por su técnica y su carácter, sino, también, porque rompía los límites y peleaba con los mejores.
Informe de Martín Bonansea