El enigmático edificio con faro que sorprende a metros del Congreso Nacional

El Palacio Barolo está rodeado de misterios y enigmas. Se trata de un edificio que está a metros del Congreso, en pleno centro porteño, y que tiene varias historias muy particulares.

El edificio fue realizado por el arquitecto Mario Palanti por encargo de Luis Barolo. Este productor agropecuario llegó a la Argentina en 1890 y se dedicó a la importación de tejidos -fue el pionero en traer máquinas para hilar algodón e instaló las primeras hilanderías de lana peinada del país-. La otra de sus pasiones era la literatura, especialmente la obra de Dante Alighieri, de cuya Commedia era especialista y devoto.

Uno de los principales objetivos de la construcción de este misterioso edificio era para resguardar las cenizas del Dante. El propietario, que era italiano, temía que se perdieran en los bombardeos por la Primera Guerra Mundial. Claro que esto no sucedería nunca; de hecho, la Florencia natal del poeta aún guarda sus cenizas.

En 1919 comenzó la edificación de este palacio. Su inauguración en 1923 se realizó, como no podía ser menos, en la fecha del aniversario del poeta, el 7 de julio.

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El Barolo se inscribe dentro de corrientes arquitectónicas como el art nouveau o el art decó, pero se trata en realidad de una pieza única en su tipo: una obra de Palanti.

La Divina Comedia 

La división general del Palacio al igual que la estructura de La Divina Comedia es en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo, cuyo faro representa la luz divina donde se reúnen las almas bienaventuradas. La estructura tiene 100 metros hasta la punta del faro, mismo número de cantos del poema.

En el pasaje central, el palacio cuenta con 9 bóvedas de acceso que representan los 9 círculos del Infierno. Del 1 al piso 13 figura el denominado Purgatorio, donde los 7 pecados capitales están representados cada dos pisos.

A medida que se asciende al Cielo, en el piso 14, la decoración compleja en los niveles inferiores, se va volviendo más clara, como la pluma de Dante al ir subiendo. Llegamos entonces a la Torre del Barolo, el Paraíso.

Desde allí, además de subir al mirador, se puede acceder a la cúpula de vidrio, con reminiscencias hindúes, que representa la historia de amor de Dante y Beatriz.

Hay varias modalidades de visitas guiadas que pueden consultarse y reservarse en este link.