Un R12 azul y blanco en la carrera que proyectó a Recalde

Se cumplieron 41 años de "La Vuelta de América del Sur", una carrera que fue una hazaña en sí misma -el antecedente le valió a Argentina hacerse para siempre de su fecha del mundial de rally- y a un cordobés, en particular, le valió un reconocimiento especial que le proyectaría hacia una carrera internacional sin techo: Jorge Raúl Recalde.

El minaclaverense brilló con un Renault 12 preparado en su provincia y que llevaba los colores del Club Atlético Talleres, otro éxito que por esos años era la carta de presentación de Córdoba en todos los escenarios deportivos nacionales. El fútbol y el automovilismo se reunieron en un proyecto que estaba plenamente identificado con la "tonada" mediterránea. Aunque a Recalde le acompañaba otro piloto cuya raigambre -insólitamente- estaba en los autos de fórmula, Jorge Baruscotti; estaba sostenido por una escuadra especial que Renault Argentina había preparado en el afán de demostrar la dureza y la resistencia al rigor de su R12.

La carrera se desarrolló entre el 17 de agosto y el 24 de septiembre de 1978, con una extensión total de 9.500 kilómetros de los cuales 6.774 fueron cronometrados. El ex piloto y director de Citroën Argentina, Jean Pasture, la organizó y la controló a instancias del ánimo que le insuflaba su estrecha amistad con el francés Jean Todt y las ganas del Automóvil Club Argentino de reeditar el espíritu de la legendaria Buenos Aires-Caracas, a treinta años de su realización.

El equipo oficial Mercedes Benz estuvo en pleno en la carrera, como lo había hecho en años anteriores en grandes premios argentinos, bajo el consejo de Juan Manuel Fangio para ponerles a sus modelos 450 SLC y 280 EC una dura prueba con el objetivo de agregarle la fama de "duros" a su bien ganado reconocimiento como clase superior de vehículo. Ocuparon los cinco primeros puestos, con los ingleses Andrew Cowan y Colin Malkin, como ganadores, postergando al ya conocido por los argentinos, Sobieslaw Zasada; y el finlandés Timo Mäkinen navegado por el francés Jean Todt -hoy, presidente de la FIA-.

Detrás de ellos, se colocó el Renault 12 cordobés de Jorge Recalde y Jorge Baruscotti, vestido de azul y blanco y con toda la significación de representar una plaza industrial importante como la cordobesa. Logrando una tremenda hazaña tras 39 días de competencia que para el vehículo de Santa Isabel sirvió como un "certificado" de durabilidad y resistencia que se ocuparon con tino de continuar afirmando en los campeonatos de rally, para convertirse en el auto más fabricado por Renault Argentina.

Una carrera que fue una hazaña. De ella, la capacidad organizativa demostrada fue un antecedente clave para que la FIA se decidiera a traer luego el WRC a nuestro país y para Jorge Raúl Recalde fue el primer espaldarazo internacional de lo que todos ya intuían en la competencias nacionales. Que estábamos frente a un piloto capaz de enfrentar a los mejores en cualquier escenario de competición que le propusieran.

Cadena 3 Motor -fuente: rallynoticias.com-