Apartan a policía antidrogas de Córdoba por consumir cocaína

Juan Federico

Un alto funcionario de la Fuerza Policial Antinarcotráfico de Córdoba (FPA) fue puesto en situación pasivo luego de que en un examen toxicológico se detectara que había consumido cocaína.

Aunque no hubo ninguna comunicación oficial al respecto, a través de diferentes fuentes Cadena 3 pudo establecer que se trata de un colaborador directo del jefe de esa repartición, Adrián Salcedo. 

Si bien no está sospechado por ahora de haber cometido algún delito (por eso su nombre se mantiene en reserva en esta nota), sí fue apartado por orden del flamante Tribunal de Conducta Policial.

Por ley, los miembros de la FPA deben "someterse a la realización de los estudios y exámenes psicofísicos establecidos en la reglamentación correspondiente", de manera periódica. Entre estos estudios, figura la obligación de ser testeados en cuanto al consumo de drogas ilegales.

Fue en el marco de estos estudios que hace unos 20 días se detectó que este policía, con pasado en Tribunales, había consumido cocaína.

Surge en este punto una paradoja, sobre el origen de la droga que consumió, lo que lo pone en el centro de todas las miradas, ya que se da por descontado que debió acudir a un dealer, justamente el objeto de investigación que tiene la FPA. 

Por eso, el reproche: no denunció a su proveedor. 

En ese punto, las fuentes también indicaron que se está revisando si este policía tuvo algún contacto con la droga secuestrada en los últimos tiempos, para determinar si existe algún faltante interno.

A principios de 2014, cuando en Córdoba aún sonaba fuerte el llamado "narcoescándalo" que había estallado en el corazón de Drogas Peligrosas de la Policía en el segundo semestre de 2013, el entonces gobernador José Manuel de la Sota De la Sota mandó un proyecto de ley para eliminar esa división y crear la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), a la que ubicó bajo la órbita del Ministerio Público Fiscal con la misión de abocarse al narcomenudeo (los "quioscos"), y así dejar que la Justicia federal y las fuerzas nacionales se las arreglaran por su cuenta a la hora combatir a los verdaderos narcos en Córdoba.

Nació entonces la FPA, que funciona con un presupuesto millonario y tiene como misión combatir la venta de droga al menudeo en los barrios de la provincia. O sea, persigue al eslabón más visible de este fenomenal mercado clandestino, que desde entonces no dejó de crecer en los cuatro puntos cardinales de Córdoba.