Las impresionantes inversiones que realizó en Córdoba el brutal y poderoso narco rosarino conocido como "Calavera"

Juan Federico

Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo hace poco más de dos años que vive en un pabellón de la cárcel de Ezeiza. Tras ser detenido en su imponente vivienda edificada en el country Lomas de la Carolina, en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba, este narco rosarino fue trasladado a un pabellón de máxima seguridad en la provincia de Buenos Aires, desde donde continuó orquestando los hilos de su poderosa organización.

"Calavera" está sindicado, dentro del mapa del narcotráfico nacional, como un jugador poderoso. Y despiadado.

Si bien su nombre aparece asociado a otro narco rosarino sin escrúpulos, como Esteban Lindor Alvarado (quien hace pocos meses estuvo a punto de fugarse en helicóptero de la misma cárcel de Ezeiza), quienes desde hace años siguen sus pasos aseguran que en realidad tiene su propia célula, sin reportarse a nadie.

"Se asoció a Lindor para hacer frente a las amenazas de 'Los Monos' en Rosario, pero siempre organizó su propio negocio", apuntó un avezado investigador.

Un negocio que, todo indica, le dio réditos multimillonarios. Y que lo llevó a elegir a la provincia de Córdoba como uno de sus lugares predilectos para desarrollar partes de sus tentáculos ilegales.

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Otra vez, Córdoba asoma como un destino clave en la elección de los narcos rosarinos. El propio Lindor Alvarado terminó por ser capturado en un camping de Embalse, mientras que hay decenas de referencias judiciales que vinculan a "Los Monos" con diferentes emprendimientos en la provincia.

En enero pasado, se descubrió que un narco internacional, el ecuatoriano Adolfo "Fito" Macias (prófugo en su país, tras escapar de una cárcel) había elegido un country ubicado en camino a Falda del Carmen como el epicentro para instalar a su familia y comenzar a desarrollar una serie de negocios que hasta ahora la Justicia Federal ignora.

Al igual que lo sucedido en Nordelta, en Tigre, años atrás, cuyos exclusivos barrios cerrados fueron elegidos como refugio familiar por importantes narcos colombianos que necesitaban escapar de las venganzas locales, hace ya un tiempo que Córdoba empieza a figurar en el mapa del narcotráfico argentino como una plaza sensible para lavar dinero y lograr pasar inadvertidos.

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Pero volvamos a "Calavera". En 2022, estaba viviendo en su coqueta casa del country Lomas de la Carolina cuando lo capturaron por última vez. "Traigan una máquina para contar billetes". La orden fue emanada por un alto jefe de Gendarmería Nacional apenas comenzaron a requisar los rincones de una lujosa vivienda ubicada en la manzana 71 del country.

De pantalón corto, remera y zapatillas blancas, esposado contra una pared, Pelozo seguía en silencio, ya incomunicado. Le secuestraron 101.425 dólares, 3.500 euros, más de cinco millones de guaraníes (cerca de 90 mil pesos argentinos), 3.800 reales (82 mil pesos) y 1.251.100 pesos.

Los gendarmes aún recuerdan las piedras preciosas de origen colombiano que había traído de manera especial a Córdoba para colocar en la pileta de natación.

Además, se le secuestraron nueve vehículos y una embarcación llamada “Reyna de Reynas”,

Meses después, la Justicia le dio a Gendarmería uno de los rodados incautados, una camioneta Toyota SW4, para que la utilizaran como "depositarios judiciales". Pero una noche, cuando un agente la estacionó en La Matanza, en el conurbano bonaerense, y se bajó a realizar unas averiguaciones en el marco de una investigación, alguien se la llevó.

En la fuerza verde, nadie tiene dudas de que "Calavera" movió sus tentáculos para lograr seguir el rodado y así mandar a robarlo (o a recuperarlo, depende desde dónde se lea esta historia).

En aquellos operativos de comienzos de marzo de 2022, también se allanó un campo de la localidad de Monte Maíz, donde habría funcionado una pista clandestina en la que aterrizaban las avionetas cargadas de droga. 

Durante meses, los gendarmes aguardaban en los alrededores de aquel campo mientras se escuchaba, de noche, los vuelos rasantes.

Una compleja organización

El organigrama detrás de "Calavera", según se desprende de las investigaciones de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), no deja de impresionar.

Aparece asociado al empresario boliviano Jorge Adalid "Fantasma" Granier Ruíz, hoy también preso en el penal de Ezeiza.

Granier Ruíz está señalado como un especialista en organizar fenomenales contrabandos de cocaína en avionetas que partían desde Bolivia y Paraguay para descargar la droga en Monte Maíz y en Ibarlucea, en las afueras de Rosario. Se lo vincula con el poderosísimo Primer Comando Capital de Brasil.

Entre "Calavera" y Granier Ruíz asoma otro nombre clave: Adelaida “Reina Titi” o “Tía” Castillo, considerada una de las gerentas del clan de Valdemar Loza, la banda narco que compró la Ferrari de Diego Armando Maradona.

O sea, en las investigaciones federales, "Calavera" está asociado a tres de los jugadores más importantes del narcotráfico argentino: Lindor Alvarado, el clan Loza y el empresario de los taxis aéreos "blancos" Granier Ruíz.

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¿Qué se sospecha? Pelozo durante años habría desarrollado una impresionante logística para trasladar, por vía terrestre y aérea, fenomenales cantidades de cocaína de muy buena calidad hacia Monte Maíz, Funes e Ibarlucea, donde acopiaban la droga para luego llevarla a las terminales portuarias de Rosario y Zárate (Buenos Aires) o a diferentes puntos del país.

El viernes último, los agentes de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales "Córdoba", de Gendarmería Nacional, junto a gendarmes de Buenos Aires y Rosario desplegaron un impresionante operativo simultáneo en diferentes puntos del país para asestarle otro duro golpe a la organización de "Calavera".

En total, se ejecutaron 35 allanamientos ordenados por el juez federal de Rosario Carlos Vera Barros, que culminaron con la detención de nueve acusados, entre los que figura el abogado Gregorio Gómez. 

Hace un mes, había sido detenido un barra de Rosario Central, Carlos Andres “Gordo Bachi” Suárez. En los operativos se requisaron cuatro celdas de los penales de Ezeiza y Piñero, entre las que figuró la del propio Pelozo.

En Córdoba, en una vivienda de calle Madariaga 7361, a un paso de la avenida Ricardo Rojas, en Argüello, fue detenido el suegro de "Calavera", Mario Ércoli Navarro, a quien le secuestraron una camioneta Volkswagen Amarok y más de tres millones y medio de pesos en moneda nacional y dólares, según apuntaron las fuentes consultadas.

En tanto, en un domicilio ubicado en la planta baja de un moderno complejo de Juan Neper 5411, en barrio Villa Belgrano, fue detenida la esposa de "Calavera", Agustina Ayelén Ércoli Navarro.

Allí se incautaron un Volkswagen Golf, más de seis mil dólares, 1.500.000 pesos y diversos aparatos electrónicos, entre otros elementos.

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A poco más de una cuadra, sobre la misma calle, también se allanó un local comercial, "La Vaquita", que según la investigación hacía poco tiempo Agustina Ércoli Navarro había adquirido de manera completa: pagó fondo de comercio, la mercadería y continuó con los mismos empleados.

En esta causa por lavado de dinero asoma una impresionante cantidad de inversiones que los familiares de "Calavera" habían realizado en la provincia de Córdoba, sin ser detectados por ningún radar local.

Además de las viviendas y el local comercial de Argüello y Villa Belgrano, continuaban teniendo la fastuosa casa del country Lomas de la Carolina, a lo que le agregaron un lote en el country Carlos Paz Golf Country Club (valuado en 100 mil dólares) y otra residencia en San Antonio de Arredondo.

Agustina también figura en los registros oficiales como la dueña de dos departamentos en el Centro de Rosario, y varios lotes en Ibarlucea. 

En la investigación de la Procunar se señala que la joven sería, al mismo tiempo, propietaria de otro minimarket, una escuela de equinoterapia, un geriátrico y varios vehículos más.

La causa que derivó en estos allanamientos es por demás compleja.

A la par de la investigación por lavado de dinero que involucra a "Calavera", su pareja y al padre de ella, el narco que hoy cumple una condena de 15 años de prisión tiene por lo menos otros tres procesos abiertos de manera simultánea.

1. Se sospecha que estuvo detrás del triple crimen ocurrido a la salida de un casamiento celebrado en Ibarlucea el 29 de enero de 2022. Aquel día, cuando se retiraban de la llamada “boda narco”, un grupo emboscó el auto en el que viajaban Iván Giménez, su pareja Érica Romero y la bebé Elena Giménez de un año y medio, a los que acribillaron. Luego, prendieron fuego el rodado. Se cree que Giménez se habría reportado en algún momento a la organización de Pelozo, con quien luego tuvo alguna diferencia, aunque hasta ahora nunca se terminó por comprobar esta teoría.

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2. También se investiga si Pelozo ordenó, desde la cárcel, un espantoso doble crimen motivado por el insólito robo de una camioneta Toyota Hilux que su suegro había dejado estacionada afuera del penal de Ezeiza cuando fue a visitarlo a fines de 2022. La leyenda dice que dentro del rodado había un millonario cargamento de cocaína y lingotes de oro.

Dieciséis días después del robo, dos mecánicos (Silvio David Vitullo y Diego Fabián Segura) fueron calcinados vivos dentro de una Citroën Berlingo que fue hallada incinerada en la localidad de Guernica (partido de Presidente Perón). La Justicia sospecha que un grupo de sicarios enviados por “Calavera” los habría acusado de formar parte de la banda que se robó aquella camioneta.

3. También la Procunar investiga a "Calavera" como uno de los "cerebros" detrás del tráfico de casi media tonelada de cocaína (464 kilos) que fue secuestrada el 1° de julio último en San Justo, en el norte de la provincia de Santa Fe.

A la par de las nueve detenciones y el decomiso de los vehículos y la valiosa cantidad de aparatos electrónicos, en la misma resolución el juzgado Federal de Rosario impuso un embargo por dos mil millones de pesos. Una síntesis perfecta del brutal poderío desarrollado por "Calavera".