Cordobeses se disfrazan de ricos para robar en countries de Buenos Aires

Juan Federico

En vehículos distintos, las dos parejas ingresaron como si fueran clientes de siempre. Sonrieron ante los guardias, se dejaron grabar por las cámaras y exhibieron sus DNI sin ningún pudor. Incluso, uno de ellos iba al volante con un mate en la mano. Descontracturados, dispuestos a sumergirse en el relax.

Todo sucedió entre el sábado 21 y el domingo 22 de enero último.

Los recién llegados fueron hasta el mostrador y solicitaron las respectivas reservas. Dos habitaciones matrimoniales en el exclusivo Sofitel La Reserva Cardales, un hotel de ubicado junto al country club emplazado a un costado de la ruta nacional 9, a 61 kilómetros del Centro de la Ciudad de Buenos Aires y a sólo un paso del Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, en el partido de Exaltación de la Cruz. Entre 100 mil y 150 mil pesos en total, por una sola noche.

Se trata de un entorno privilegiado que le da a ese barrio cerrado el aire necesario para pretender la exclusividad que ostenta en todo su interior.

Las dos parejas se movieron con total naturalidad, para no llamar la atención.

Ya a la siesta, salieron a caminar por el entorno. Recorrieron el gimnasio-spa, caminaron por los bordes de la impecable pileta y hasta simularon sacarse fotos de enamorados en el salón comedor.

Luego, con la excusa de recorrer el campo de golf, cruzaron hacia la reserva del country club. Si bien no hay barreras que lo impidan, no es común que los huéspedes del hotel caminen por el barrio cerrado, entre las mansiones residenciales.

Ellos sí lo hicieron. Mate en mano, anduvieron por las calles de tráfico lento, entre los 555 lotes de la urbanización privada, hasta que decidieron sentarse en un espacio verde. A simple vista, eran dos parejas tomando mate en medio del barrio.

Pero ellos tenían otros objetivos. Miraban absolutamente todo. Inteligencia criminal.

Ya en el anochecer de aquel sábado, un ingeniero mecánico que vive en el lote 215 del barrio salió a cenar con amigos. Una reunión que se extendió hasta la madrugada del domingo. Cuando regresó, se topó con lo que nunca había imaginado: la pretendida seguridad fronteras adentro del country había sido vulnerada.

Apenas ingresó en su vivienda, se dio cuenta de que la puerta del lavadero había sido forzada, lo mismo que la caja fuerte de su habitación: en la denuncia, indicó que faltaban 1.000.000 de pesos y 10.000 dólares, dos relojes pulsera y dos cadenitas de oro.

Fueron los propios vecinos de ese sector los primeros que recordaron a las parejas del picnic. Algunos hasta señalaron que ahora sí pensaban que había sido raro que los huéspedes del hotel hubieran salido a pasear por el barrio.

Los guardias de seguridad y los sabuesos policiales de la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana se pusieron a rastrear las cámaras internas. Y descubrieron a los cuatro sospechosos. 

Cuadro a cuadro, fueron reconstruyendo sus movimientos. Y así, se dieron con la novedad de que esa misma noche del sábado 22, al menos una de esas parejas había salido del hotel, con la excusa de ir a cenar afuera y dar un paseo, y ya no había regresado. Nada de check out ni desayuno buffet durante el domingo.

En una de las cámaras de observaba cómo una de las parejas se retiraba aquella noche en un auto Peugeot 3008, vehículo que luego fue hallado abandonado con una rueda pinchada en la zona de Escobar. El rodado, se constataría luego, había sido robado el 17 de enero, cinco días antes de este atraco, en la zona de Castelar. Tenía la chapa patente cambiada.

En los registros del propio hotel Sofitel habían quedado las identidades de los cuatro sospechosos, según investiga la Justicia de Buenos Aires.

Los pesquisa sostienen que los que robaron habrían sido Miguel Ángel Ocampo (32), y Karen Daiana Domínguez (25), ambos con domicilio en la localidad de Loma Hermosa, en el partido bonaerense de 3 Febrero; y María Celeste Franco Esquivel (31) y Marcos Daniel González (40), radicados en la ciudad de Córdoba.

El juez de Garantías 2 de Zárate-Campana, Julio Andrés Grassi, emitió de inmediato las cuatro órdenes de captura. Y se divulgaron los rostros de los sospechosos.

El pasado 10 de febrero, la pareja bonaerense fue atrapada: se escondía en un aguantadero entre los partidos de San Martín y 3 de Febrero, en las profundidades del conurbano.

"El mejor alumno"

Pero sobre los cordobeses aún no hay novedades. González no es ningún improvisado en esto de disfrazarse de rico para robar en mansiones.

Fue acusado y condenado por haber integrado la fabulosa banda liderada por Ramón “el Zurdo” Asís (46), un grupo de delincuentes que entre la Nochebuena y la Navidad de 2016 robó en 10 mansiones ubicadas en la exclusiva zona de Nordelta, Buenos Aires. En aquella oportunidad, se alzaron con más de 2.000.000 de dólares en total, según se estima.

A fines de ese año, Asís junto a otros tres ladrones, entre los que estaba González, alquilaron una lujosa vivienda en barrio privado Los Castores, de Nordelta, y se encargaron de mostrarse por toda la zona en autos más que caros.

De esta manera, nadie imaginaba que los flamantes vecinos que organizaban fastuosas reuniones en las que abundaba el champán y que se movilizaban por el barrio en costosas BMW 330, 130 y X6, un Audi TT o una Toyota SW4 eran los mismos que de noche, cuando los propietarios no estaban, ingresaban en esas mansiones, abrían cajas fuertes y se llevaban dólares, pesos y mucho oro.

Una cámara interna, de una de las víctimas, permitió atraparlos. Entre los varios damnificados, figuró el extécnico de River Plate Ramón Díaz.

Durante la investigación se comprobó que los cuatro delincuentes, todos oriundos de Córdoba, pagaron 65.000 y 130.000 pesos en aquel año por los alquileres de lujosas propiedades en los barrios Los Castores y El Golf, respectivamente, para hacer inteligencia sobre las otras viviendas.

En 2017, en un juicio abreviado terminaron condenados a penas de entre tres y cinco años de prisión.

González fue detenido en marzo de 2017 en su casa de la primera sección de barrio Liceo, de la ciudad de Córdoba. En calle, quedaron estacionados una camioneta Volkswagen Amarok y un auto Alfa Romeo.

La captura derivo en un escándalo que todavía retumba adentro de la Policía. Como ya era viernes y comenzaba la siesta, no llegó a tiempo la orden para allanar su casa y todo se pospuso para el lunes siguiente. Se indicó que el fin de semana un policía de la comisaría 17ª debía quedarse de custodia, parado frente a la vivienda.

Fue durante esas 48 horas que alguien reventó un vidrio, ingresó en la casa y robó lo inconfesable.

El policía terminó imputado y detenido.

La familia de González denunció que se llevaron 180 mil pesos, pero los investigadores siempre pensaron que el monto en realidad había sido millonario. Las sospechas salpicaron a la propia Policía de Córdoba.

González purgó condena y en plena pandemia regresó a la libertad, igual que el "Zurdo". 

Asís murió a mediados de 2021 tras un vuelco de una cupé Mercedes Benz en la volvía de urgencia por la autopista Córdoba-Rosario desde Buenos Aires. Al volante iba un supuesto empresario de Villa Carlos Paz que decía ser Javier Cañete, pero que en realidad se llamaba Eugenio Andrés Cavas (42). 

Este último sobrevivió a la tragedia vial, pero desde entonces permanece preso acusado de haber montado una importante organización narco que utilizaba una concesionaria de autos como "pantalla".

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González pasó a ser reconocido, en ese mismo instante, como el sucesor del "Zurdo", según cuentan quienes suelen bucear en los bajofondos del hampa. "Fue su mejor alumno", grafican.

En 2021, quedó bajo la mira de la Justicia tucumana, sospechado de integrar una banda de "escruchadores" cordobeses que ejecutaron millonarios robos en aquella provincia. Si bien varios cordobeses quedaron detenidos, él logró eludir la imputación.

El "escruche" es la especialidad delictiva de ingresar en domicilios y comercios sin disparar un solo tiro y cuando los inmuebles están sin moradores. Robos que demandan una gran inteligencia previa. Y que los delincuentes especializados suelen hacer en otras provincias, para lograr escapar sin ser identificados.

Pero el 10 de noviembre de 2021, sí fue detenido: fue acusado de haber robado 198 mil pesos y 440 mil en cheques en el country Cañuelas Golf, ubicado en el Camino San Carlos, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Para ingresar, habría utilizado una tarjeta "clonada".

A través de su abogado Alejandro Viano, pactó un juicio abreviado: 14 meses de prisión. A fines de 2022, volvió a la libertad, de modo condicional.

Ahora, el rostro de González quedó filmado en medio de la investigación por el millonario atraco en el country Cardales. Con su nueva novia están prófugos desde hace un mes y medio.

Su casa en barrio Liceo, de la ciudad de Córdoba, si bien lejos está de ser una mansión, desentona bastante con el resto. Tres cámaras de vigilancia, reflectores con sensores, puertas y portones ciegos y gruesas rejas dan la pauta de que se trata de una vivienda con demasiada protección.

Cuando esta semana Cadena 3 llegó al inmueble, nadie se asomó desde adentro. Las ventanas estaban vedadas para impedir observar cualquier movimiento en su interior. Se sabe que los padres de González suelen ir allí. 

Pero un comerciante de la zona y otros vecinos agregaron un dato revelador: desde hace varios días suelen observar al prófugo ingresar en esa misma casa, donde nadie parece poder encontrarlo. A su camioneta Volkswagen Amarok gris, comentan, la estaciona media cuadra después.

Horas después, logramos hacer contacto con él. González contó que nunca lo allanaron por el robo en Cardales, que él en realidad ingresó en la madrugada del domingo, horas después del atraco, y que no conoce a la otra pareja involucrada. 

González dijo que nunca le llegó una notificación de que estaba siendo buscado por la Justicia, aunque agregó que no está en su pensamiento entregarse. Reiteró que no hay pruebas concretas para involucrarlo (en la causa, se sostiene que se lo vio junto a la otra pareja) y acotó que hoy él tiene esas medidas de seguridad en su domicilio ya que vive de los negocios financieros, luego de vender tiempo atrás un local comercial que explotaba en Galería Norte.

A lo largo de la conversación, González agregó que ese fin de semana él se alojó en ese hotel porque regresaba de un velorio en Buenos Aires, reiteró que lo hizo ya en la madrugada del domingo y resaltó que aquel día, él sí disfrutó del desayuno buffet.