La extraña ruta del celular de la exdirectora del Hospital Neonatal

Juan Federico

El espanto del Hospital Neonatal de la ciudad de Córdoba tiene su capítulo principal enmarcado en las suspicacias alrededor de las maniobras institucionales. De los siete imputados que tiene la causa que lleva adelante el fiscal Raúl Garzón, seis fueron funcionarios jerárquicos hasta que el escándalo saltó a la luz pública.

El exministro de Salud Diego Cardozo; su mano derecha y exsecretario de Salud Pablo Carvajal; el exvicedirector del Neonatal, el abogado Alejandro Escudero Salama; la exdirectora Liliana Asís; la exjefa del Servicio de Neonatología, Marta Gómez Flores y la exencargada del Departamento de Neonatología, Adriana Morales.

En síntesis, a los seis el fiscal los acusa de haber formado parte de una fenomenal cadena de omisiones para evitar que la Justicia interviniera a tiempo mientras en el interior del Neonatal se sucedía una seguidilla aún inexplicable de bebés sanos. 

Esta carencia de cualquier denuncia penal por parte del hospital y del Ministerio de Salud provocó un atentado irremediable sobre el avance de la investigación, ya que de los cinco casos de bebés muertos, en tres ya no se podrá efectuar alguna autopsia.

Este lunes, Cadena 3 adelantó que Carvajal se agregaba a esta nómina de funcionarios públicos con los dedos pintados por orden del fiscal Garzón.

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Dentro de esta cadena de sospechas institucionales, ahora se conoce un nuevo dato que ha llamado mucho la atención de los investigadores que trabajan en este complejo caso. Se trata de la historia del celular de la exdirectora Asís, a quien el fiscal le endilga un doble delito: omisión de los deberes de funcionario público (no haber denunciado el espanto a la Justicia) y falsedad ideológica (haber avalado certificados de defunción de los bebés pese a que se desconocía el motivo de los decesos).

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Los informantes aseguraron que luego de que Asís fuera imputada, el pasado 19 de agosto, comenzó una búsqueda de su teléfono celular que se extendió mucho más de la cuenta.

Cuando le fueron a secuestrar el aparato, Asís dijo que ella ya se lo había devuelto al área de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, ya que se trataba de un celular provisto por la Provincia.

Una comitiva policial fue entonces a la sede oficial, donde respondieron que allí no estaba ese teléfono. La búsqueda continuó, la nueva ministra Gabriela Barbás recibió una llamada pidiendo explicaciones y los policías comenzaron a pasear por diferentes dependencias públicas, buscando un celular que nadie sabía decir dónde estaba.

Recién varios días después, el aparado fue hallado. Si bien trascendió en un primer momento que estaba en poder de un médico que dijo que se lo había provisto el propio Ministerio, la realidad compromete a Asís: lo tenía ella. Pero la novedad no trajo buenas noticias. El celular había sido resetado, o sea, formateado. Pero no una vez, sino dos. Algo que ha generado muchos interrogantes entre los investigadores. Además, ya no conservaba el chip original.

La exdirectora sí había entregado a tiempo su teléfono particular.

Pero esto no es todo. Este lunes, cuando fue imputado Carvajal, mano derecha de Cardozo, se le solicitó que entregara su celular a la Justicia. Dijo que no lo encuentra.

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