Detrás de los incidentes que se produjeron en la popular del club Racing de Córdoba este domingo, cuando terminaba el pálido empate con Villa Dálmine, asoma una historia de violencia más profunda.
Una espiral de enfrentamientos al interior de la barra del club de Nueva Italia cuya génesis escapa al momento futbolístico del plantel superior en la B Nacional. De acuerdo a diversas fuentes consultadas, en realidad, la agresiva disputa que ya incluyó un gravísimo ataque a balazos ocurrido hace 10 días responde a una cuestión económica.
Este domingo, cuando terminaba el partido con Villa Dálmine y los visitantes estaban a punto de patear un penal, un grupo de hinchas trepó al alambrado y comenzó a arrojar todo tipo de objetos al campo de juego, mientras cantaban insultos, lo que obligó a suspender el partido durante 10 minutos.
Pero esto no ha sido lo más grave hasta ahora, sino que hace 10 días, el pasado miércoles 5 de este mes a la noche, una balacera en medio de un partido de fútbol informal estuvo íntimamente ligada a esta interna, según sospechan los investigadores de la Policía de Córdoba.
Todo sucedió minutos después de las 22 en un predio de canchas de fútbol de césped sintético ubicado en Rancagua y Julián Laguna, Villa Corina.
Fue en medio de un partido entre dos grupos de conocidos que se produjo una riña que terminó de la peor manera: uno de los involucrados, Matías Gastón Rebuffo (46), terminó herido de dos balazos.
Además, hubo otras personas que sufrieron diferentes golpes de puño. Si bien en un comienzo esta noticia se divulgó como una pelea en medio de un partido de fútbol que pasó a mayores, la realidad es que nada tenía que ver con las rispideces propias de ese "picado".
Rebuffo es un antiguo miembro de la banda académica. Su nombre ya había saltado a las noticias años atrás, ya que fue señalado como uno de los tres hinchas argentinos que agredieron a un hincha croata durante el Mundial de Fútbol de Rusia 2018.
"Esta bronca arrancó el año pasado, cuando se realizó el baile de Damián Córdoba en la cancha de Racing", confió alguien que conoce demasiado bien el mundo íntimo del club de barrio Nueva Italia.
El pasado 24 de abril, se realizó un multitudinario baile de cuarteto en el estado de Racing. Cuentan los informantes que esa noche, la barra de Racing se aseguró el control de los estacionamientos y los puestos de comida, entre otros negocios rentables.
En la popular académica desde hace un tiempo permanecen juntas diferentes facciones que durante años estuvieron enfrentadas y ahora se unieron bajo el nombre de "La barra de la Acadé".
En esta alianza, en un comienzo sobresalían tres líderes que provenían de diferentes barras: "Quirquincho" (de "Los Legendarios"), "Pata" y Rebuffo.
Fue luego de aquella noche de baile que algo se rompió entre ellos. Ya no entre las facciones, sino entre los tres jefes que compartían el poder. Apuntan los informantes que todo se trató de una disputa económica. "Se perdió parte de la recaudación", acotaron. "Perdió" en realidad fue un eufemismo.
Hubo reproches cruzados, acusaciones y uno de los líderes, "Quirquincho", cayó en desgracia: terminó desterrado de la popular. "Pata" ascendió en su lugar y Rebuffo quedó como su ladero, asegurando que la alianza entre las facciones no se rompiera.
Pero en las últimas semanas, un año después de su exilio forzado de la cancha, "Quirquincho" comenzó a rondar de nuevo. "Quiere volver", amplió una de las fuentes.
El dato ya fue anotado por los investigadores policiales. Sospechan que detrás de esta interna se explican los balazos que Rebuffo sufrió en medio de aquel partido de fútbol informal. Dos tiros que sólo por casualidad no le costaron la vida.
Racing no escapa a las disputas de las barras que se dan en los otros tres clubes más importantes de la ciudad, Talleres, Belgrano e Instituto.
En barrio Jardín, los movimientos de "La Fiel", con su líder preso acusado de un fenomenal contrabando de drogas, siempre generan tensión e incertidumbre. Algunos de sus miembros, incluso, tienen una relación más que aceitada con la barra de Racing.
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En Alberdi, la disputas entre "Los Piratas" por la sucesión de Roberto "Loco Tito" Ponce generó amenazas y tiros cruzados, con varios imputados y un clima enrarecido.
Tanto en "La Fiel" como en "Los Piratas", llama la atención que varios de sus referentes tengan vínculos muy estrechos con los principales gremios estatales de la ciudad y de la provincia.
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En Alta Córdoba, el largo enfrentamiento entre "los Ranchos" y "Los Capangas", que obliga a tener dos tribunas populares separadas, no logra encontrar un punto final. En la semana previa al clásico con Belgrano que se disputó en el Estado Kempes, fueron arduas las negociaciones entre los dirigentes, los jefes de seguridad y los barras para intentar que no ocurrieran incidentes.
La virulencia al interior de la barra de Racing no es nueva. En 2018, a poco de asumir, su actual presidente Manuel Pérez fue "apretado" antes de un viaja para disputar un partido de la Copa Argentina.
"Queremos 300 entradas y dos colectivos para viajar. Caso contrario, no dejaremos salir a ningún micro con hinchas de Racing. Vamos a romper todo en Nueva Italia", le vociferó uno de los barras.
Ya con la intervención del poderoso gremio de los vigiladores Suvico, a partir de 2020, el club comenzó a ganar terreno en el plano futbolístico, lo que hizo suponer que en la tribuna todo se iba a calmar un poco más. Hasta que en las últimas semanas, los tiros hicieron recordar que nunca se le puede pedir tranquilidad a los profesionales del tablón.
