Poco más de tres meses pudo gozar del regreso a la libertad el subcomisario Federico Alberto Barrionuevo, uno de los 15 imputados por la supuesta asociación ilícita conocida como “Zoe Azul”.
Se trata de una megafraude tipo piramidal que se habría orquestado en el corazón de la Policía de Córdoba, escándalo que se destapó en los primeros meses de 2022, cuando el fiscal José Mana ordenó los primeros allanamientos y detenciones.
Luego, el expediente fue girado a la fiscalía de Delitos Complejos que lidera Enrique Gavier, que avanzó en la causa hasta completar los 17 imputados.
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En términos simples, se investiga una defraudación millonaria en forma de pirámide: un grupo de personas que le ofrecían a los policías jugosos intereses mensuales si "invertían" con ellos. O sea, los policías debían dejar una suma importante de pesos o dólares y comenzaban a percibir intereses. Y, al mismo tiempo, comenzaban a llamar a otros policías o familiares, por lo que la masa de "inversores" comenzó a aumentar de manera significativa.
En los dos primeros meses los organizadores cumplían y pagaban los intereses prometidos. Los "inversores" se emocionaban y buscaban aportar más dinero o atraer a más personas. Pero luego, los pagos comenzaban a postergarse de manera cíclica, siempre de acuerdo a lo que se investiga.
"Hay policías que vendieron sus vehículos o otros objetos de valor, hasta una casa, para poner su dinero ahí", acotó una fuente judicial cuando el escándalo estalló en marzo de 2022.
Hasta ahora, hay cerca de 100 denunciantes, en su gran mayoría policías en actividad. Se estima que esta actividad nació al menos en 2019 y que el monto del dinero reclamado superaría el millón de dólares.
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Entre los acusados figuran la abogada María Eugenia Zulberti (una expolicía); el abogado Roberto Espinoza; el licenciado en matemáticas Aldo Daniel Moreno; el comisario y jefe de Logística de Transporte de Investigaciones, Héctor Juncos, un hermano también policía, el oficial Luciano Juncos, y el padre de ellos, el sargento ayudante retirado Héctor Hugo Juncos; los hermanos Mariano Buceta, Guadalupe Buceta y Leticia Buceta (todos policías, hijos de Mirta Graciela "la Cuca" Antón y Raúl Buceta, vinculados al temible grupo parapolicial del D2 que perpetró delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar); el subcomisario Barrionuevo, uno de los jefes de la comisaría 9ª de la Castro Barros; el sargento Lucas Torres, también de Transporte; el sargento Jorge Luis Díaz (trabajaba en el Repracor) y el sargento Gonzalo José Ruffino.
Hasta su detención, Espinoza figuraba como titular de la fundación Mayéutica, ubicada sobre calle Arturo M. Bas al 100, cerca del Palacio de Tribunales de la ciudad de Córdoba y de la Municipalidad. En esa misma organización figura como socia fundadora la abogada Zulberti.
Pero la biografía de Espinoza arroja más datos. Además de haber sido asesor de la Defensoría del Pueblo de la Nación y formar parte de la conducción del Colegio de Abogados de Córdoba, en sus redes sociales aparecen decenas de fotos con los principales dirigentes del PJ cordobés.
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Desde 2022 hasta hoy, el expediente fue engordando y ya está cerca de ser elevado a juicio.
Pero en el medio, al pasar los dos años de prisión preventiva, y ante diferentes recursos presentados por los defensores, el juez de Control fue ordenando diversas libertades entre marzo y mayo último. Barrionuevo fue uno de los últimos de los liberados: el 21 de mayo, volvió a la calle.
A estas excarcelaciones se opuso el fiscal Gavier, sosteniendo, entre otros puntos, que los acusados podrían entorpecer el avance de la causa por sus contactos policiales. La mayoría de los policías imputados llevan varios años dentro de la fuerza.
Ante esta presentación de Gavier, en los últimos días falló la Cámara de Acusación, que hizo lugar a la apelación en contra de la decisión del juez. En síntesis: se ordenó que los acusados liberados volvieran a prisión.
Así, en el trascurso de esta semana, y en medio del escándalo que sacude a la Policía de Córdoba por la detención del subjefe Alejandro Mercado en medio de otra causa, se fueron sucediendo las detenciones de seis policías vinculados al caso del "Zoe Azul". El subcomisario Barrionuevo, uno de los agentes más conocidos dentro de la institución, finalmente fue recapturado este miércoles.
Antes, habían sido conducidos de nuevo al penal de Bouwer el suboficial principal Mario Fernando Juncos, el sargento Jorge Díaz, el sargento Mariano Buceta Antón, el sargento Gonzalo Rufino y el sargento Lucas Torres. Cabe destacar que todos ellos hace más de dos años que figuran en situación pasiva dentro de la Policía (se les retiene el 70 por ciento del sueldo hasta que se les resuelva la situación judicial).
