Puerta giratoria: por qué no se justifican las liberaciones

La persecución con tintes cinematográficos que se desarrolló el lunes a la noche en la zona sudoeste de la ciudad de Córdoba aún continúa generando debate.

El martes, Cadena 3 reveló que el conductor del auto robado, Tomás Martín Emanuele (23), no sólo que ya tenía un abultado prontuario sobre sus espaldas desde 2016 a esta parte, sino que en enero y febrero último había sido detenido en circunstancias similares: manejar autos robados e intentar escapar con maniobras peligrosas cuando la Policía intentaba atraparlo.

En ambos casos, Emanuele había sido detenido y puesto a disposición de la Justicia. En las dos ocasiones, había recuperado la libertad apenas horas después.

¿El resultado? Tres detenciones en cuatro meses. Un récord de la puerta giratoria en los Tribunales de Córdoba.

/Inicio Código Embebido/

Mirá también

Inseguridad en Córdoba

Persecución: lo detienen por tercera vez en el año

/Fin Código Embebido/

De acuerdo a los datos a los que tuvo acceso Cadena 3, el pasado 9 de enero a la noche, Emanuele fue detenido en barrio Jardín tras protagonizar otra fuga al volante de un auto Ford Kinetic, que tenía pedido de secuestro de una unidad judicial.

En esa oportunidad, según se sospechó, el joven y una mujer estaban robando ruedas de auxilio y otros elementos de vehículos estacionados, momento en que un testigo los observó y llamó a la Policía. Fue entonces que comenzó una persecución en la que el Kinetic chocó contra un Renault 19. Tras ello, Emanuele se bajó y comenzó a correr, hasta que fue atrapado.

Pero poco más de un mes después, ya estaba de nuevo en libertad. El 12 de febrero a las 13, en barrio Parque Capital, otra vez Emanuele fue detenido por la Policía, esta vez cuando iba al volante de un Peugeot 308 que tenía pedido de secuestro. De acuerdo al parte del operativo, cuando los uniformados intentaron controlarlo, Emanuele aceleró para huir, por lo que también se produjo una persecución hasta que fue atrapado.

Ahora, poco más de dos meses después, Emanuele otra vez fue detenido: una persecución de película que comenzó en barrio Bella Vista y terminó en Los Naranjos, con un buen tramo de la avenida Fuerza Aérea en contramano, incluido. Dos autos chocados y cinco policías lesionados fue el saldo de una alocada fuga que pudo haber terminado de la peor manera.

Su prontuario ya tenía varias páginas ocupadas de antes: robo en 2016, hurto calificado en grado de tentativa en 2017, robo, robo en grado de tentativa en 2020, robo agravado en 2021, robo, encubrimiento, encubrimiento agravado y resistencia a la autoridad en 2022.

Entonces, ¿por qué los fiscales se empeñan en liberarlo? En Tribunales, algunas voces intentaron justificar aduciendo que se tratan de delitos de poco escala penal, que no ameritan su detención.

Pero, en la práctica, esto no debió haber sido así.

El fiscal federal Maximiliano Hairabedian, docente en Derecho, si bien no se refirió a los pormenores de este caso en particular sí enseñó qué se tiene que tener en cuenta para evitar la puerta giratoria.

"Los motivos por los cuales una persona queda en libertad tras ser detenida puede deberse por falta de pruebas, algo extraño en casos de aprehensiones en flagrancia, o se puede deber a la falta de riesgos procesales: cuando no hay indicadores de que el imputado en libertad vaya a fugarse o a entorpecer la investigación. Esto es así porque la Constitución establece que a toda persona se la presume inocente hasta que se demuestre lo contrario en una sentencia condenatoria", comenzó a explicar Hairabedian. 

Y agregó, yendo al meollo del asunto: "Ahora bien, si una persona tiene reiterados antecedentes penales, lo detienen en flagrancia y recupera la libertad y vuelve a caer, y si esto ocurre en un plazo de tiempo relativamente corto y si además registra intentos de fugas y resistencia a la autoridad durante las detenciones, son todas situaciones que indican claramente la existencia de riesgo procesal y que tornaría anormal que una persona en esas circunstancias siga recuperando la libertad".

Una descripción final que se ajusta como un traje a medida al caso de Emanuele, el joven de las persecuciones seriales.

Informe de Juan Federico.