Pagar en el súper con la palma de la mano ya es posible

Guillermo López

Muchas veces escuchamos que “la tecnología llegó a la palma de la mano de los consumidores”. Bueno, desde hace pocas semanas la expresión se volvió literal en la región.

Comenzó con una prueba piloto en en la cadena de supermercados Red Expres del Grupo de la Tienda Inglesa, en Montevideo (Uruguay).

Los usuarios realizan sus compras y al llegar a la caja no tienen que sacar dinero de sus billeteras, ni tarjetas ni siquiera su celular para escanear un código QR. Solo pasar la palma de su mano por un lector óptico bastará para abonar.

Se trata del segundo programa de pagos biométricos que lanza Mastercard en Latinoamérica, el primero había sido en Brasil con reconocimiento facial.

“Nos permite pagar cada vez más fácil y más rápido aumentando los estándares de seguridad. El cliente deberá registrar sus datos, credenciales de pago (tarjeta de débito o crédito) y datos biométricos en el supermercado. De esta manera, a la hora de abonar, solo bastará colocar su mano sobre el sensor de la terminal de pago, sin billetera ni dispositivo de por medio”, cuenta Federico Cofman, Cluster Leader para Argentina, Uruguay y Paraguay de Mastercard.

La idea es que más adelante es que bajando una aplicación la operación se puede hacer desde el hogar.

¿Cómo funciona?

Según explicó el directivo a Cadena 3, el software identifica al usuario escaneando la composición de las venas de la palma de la mano, que al igual que una huella dactilar, son únicas en cada persona

La prueba piloto comenzó en mayo y se extenderá por 90 días. “Las primeras conclusiones son alentadoras porque las personas que probaron el sistema quieren seguir usándolo y más del 80% respondió a una encuesta diciendo que recomendaría el sistema a un familiar”, subraya Cofman.

Desde Mastercard confirmaron que recibieron llamados de jugadores interesados para llevar el sistema a Argentina y Paraguay. “Estamos en conversaciones y evaluando llevarla a esos países”, cuentan.

Para los comerciantes, es beneficioso porque un supermercado tiene a sus clientes a veces más tiempo en la fila para pagar que lo que demoran haciendo las compras por lo que esta tecnología le daría mucha agilidad (y gratificación al proceso). Además ayuda reducir el robo de identidad y el fraude con tarjetas de pago, que causan importantes pérdidas.

“La biometría es una tecnología que va a crecer mucho en los próximos años, puede usar la huella dactilar, el reconocimiento facial, de iris o de voz”, resalta el directivo a cargo de este innovador proyecto.