Caputo en Washington: por qué esta vez será diferente

Sergio Berensztein

En Washington ayer hubo una jornada muy intensa que comenzó con algo muy circular. Uno de los diarios más importantes del mundo, el Financial Times, publicó un suplemento dedicado a la Argentina con una cantidad de información realmente impactante, donde se destacaban naturalmente las reformas que está comenzando a implementar el presidente  Javier Milei y los logros en materia fiscal, y las oportunidades sobre todo para grandes inversores en minería, energía, todo en el contexto del famoso régimen del RIGI. 

El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo tengo el dinero para pagar ya los vencimientos de enero de 2025 que son muy significativos, capital e intereses, en el contexto de estos préstamos de corto plazo que llaman REPO, con garantías efectivas. Por eso el gobierno argentino movió el oro del Banco Central a Londres para utilizarlo precisamente para respaldar ese préstamo. 

Pero también dijo cosas como la siguiente. Nunca hubo un apoyo político tan contundente de un presidente a un plan económico de reformas en el país. Esto, por supuesto, fue enfatizado en varias oportunidades luego por el resto del equipo económico que trabajó todo el día en reuniones con bancos y con inversores. 

Y la otra definición muy importante, no vengo a prometer reformas, sino a contarles lo que ya estamos haciendo. Y allí, bueno, mucho énfasis en el fiscal y en las reformas regulatorias a cargo de Federico Sturzenegger, que para el ministro Caputo, se ha convertido en una de las fuentes de buenas noticias en el sentido de la orientación del problema económico. 

En definitiva, Argentina fue uno de los países que más ruido hizo aquí en la asamblea conjunta del FMI y del Banco Mundial. Ojalá que logre el resultado del equipo económico en materia de inversión real.

La minería y la energía se perfilan como sectores claves en este nuevo momento, y el gobierno busca capitalizar esta oportunidad para impulsar el crecimiento económico.

En resumen, el futuro económico de Argentina parece estar en una encrucijada. Las palabras de Caputo y las iniciativas en marcha ofrecen un panorama alentador, pero la historia reciente nos invita a ser cautelosos. La pregunta sigue en el aire: ¿será esta vez diferente? Solo el tiempo lo dirá.