Con la vieja, no: las peleas entre los que no compiten

Sergio Berensztein

 -Esta disputa por la “ vieja” entre Mauricio Macri y Cristina Fernández uno lo toma como si fueran peleas realmente de secundaria. Y algo de eso hay. Estamos hablando de una actual vicepresidenta, expresidenta, dos veces presidenta. Y yo creo que había una oportunidad acá de debatir en serio la cuestión energética, que fue el motivo de la pelea, que es un tema estratégico para el país y donde ambos tenían cosas para decir, porque son realmente visiones políticas ideológicas absolutamente contrastantes.

-Y lamentablemente, esto derivó en la cuestión personal y en algo que refleja, creo yo, el tono de esta precampaña o campaña. La campaña en rigor empieza después de los pasos, pero es una pobreza franciscana en términos de ideas. No tengamos en cuenta que la gente está preocupada por la inflación, por la inseguridad, por supuesto, por los problemas de infraestructuras, los paros permanentes, los piquetes, las caídas en los ingresos, las jubilaciones.

-Y la verdad que las campañas están entre el miedo, cuestiones filosóficas de cómo se cambia, si de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, cosas realmente bastante absurdas que no hacen sino alejar a la diligencia política, a la democracia de la sociedad.

- Esto termina, lamentablemente en un conjunto de ideas que poco sirven para mejorar después las opciones de política pública del próximo gobierno. Para eso debería servir para la sucesión de elecciones, cuando Cristina Kirchner y Mauricio Macri sean nombre de calle y probablemente Cristina, esquina Mauricio.

-¿Habrá alguna calle dentro de algunos años? Lo importante no va a ser si le mentía o no a la mamá. Lo importante va a ser si la Argentina para entonces tiene o no tiene presente, que sería hoy futuro.

-El estado de ánimo del electorado frente a esto es impresionante. Y yo creo que si estuviésemos en un partido de básquet, el técnico debería llamar a tiempo, sentarnos a todos en el banquillo y recordar los fundamentos del juego. Estamos en democracia, hay que debatir ideas y propuestas. Uno entiende que tiene que haber peleas porque las elecciones también tienen esa dimensión pero no pueden ser solamente peleas.