El PRO se apresta a resistir

Sergio Berensztein

La decisión del jefe de gobierno Jorge Macri de desdoblar las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre el PRO y la Libertad Avanza. Esta estrategia no surge en un vacío; responde a la creciente amenaza que representa la fuerza liderada por Javier Milei, que ha visto un notable crecimiento en los últimos tiempos.

Desde el triunfo de Milei el año pasado, donde Mauricio Macri jugó un papel crucial, las diferencias entre el PRO y la Libertad Avanza se han ido profundizando. El apoyo brindado por el ex presidente a Milei, tanto en la primera como en la segunda vuelta, ha generado una especie de comunión que, con el tiempo, se ha visto desgastada. Ahora, los primos Macri buscan reafirmar la vigencia del PRO en un distrito que ha sido su bastión desde 2007.

La decisión de desdoblar las elecciones, aunque parece tardía, responde a un contexto donde las disposiciones vigentes permiten que la elección se realice recién en julio. Esto implica que la agenda nacional ya estará definida para ese momento, complicando las posibilidades de alianzas y candidaturas consensuadas. La relación entre las dos fuerzas políticas, aunque no está completamente rota, se encuentra en un estado de gran tensión.

Las proyecciones apuntan a que en 2025 ambos partidos irán por caminos separados, aunque el escenario podría cambiar en 2027, cuando se juegue la presidencia. Sin embargo, el presente inmediato muestra que Jorge Macri opta por un desdoblamiento que parece descartar cualquier posibilidad de consenso en candidaturas. La batalla política en la Ciudad de Buenos Aires se intensifica, y el resultado de esta contienda será crucial para el futuro del PRO.

Recientemente, se mencionan cambios en el gabinete de Jorge Macri, impulsados por la creciente preocupación ciudadana por la seguridad, que ha pasado a ocupar un lugar central en la agenda pública, relegando a la economía a un segundo plano. La fuga de presos ha añadido un dramatismo adicional a la situación y ha reforzado la urgencia de esta decisión de desdoblar las elecciones.

Así, el panorama se define como un campo de batalla donde se espera que las candidaturas se definan en medio de un clima de incertidumbre y competencia feroz. La Ciudad de Buenos Aires se convierte en el escenario de una lucha que podría tener repercusiones más amplias en el futuro político del país.