Entre gallos y medianoche

Sergio Berensztein

 Lamentablemente lo peor del sistema político se nota en esta época del año porque justamente es cuando la clase política trata los temas críticos, por ejemplo las cuestiones impositivas o temas polémicos como el juego o cuestiones que tienen que ver con la regulación de la vida política ,como la cuestión de las reelecciones. Pero no querría centrarme solamente en esta temporada de fin de año, porque pasa lo mismo todos los años, es decir, la práctica ya está instalada.

La sociedad ya está con la cabeza en otra cosa. No es que tampoco haya un interés permanente de la ciudadanía por los temas que tratan los poderes legislativos y ejecutivo, pero por lo menos durante el año hay como un interés un poquito más presente.

Esto se relaja esta época del año y explica que pasen los temas tan polémicos. ¿Cuáles son las consecuencias entonces? Que hay un desacople entre la agenda de la política y la agenda de la sociedad. Y esto sí es grave porque las cuestiones vitales en una democracia como la legitimidad, el prestigio en la clase dirigente, la necesidad de que haya confianza en las instituciones, todo esto se desvirtúa, se relaja y las consecuencias pueden ser más graves.

eso no es nuevo y no pasa solamente en esta época del año. Pero se condensa en este momento. Yo creo, por eso, que es tan importante reflexionar y que sobre todo la clase política ponga boca las barbas en remojo Este fin de año pasó Papá Noel. Esto tiene que seguir porque indudablemente entramos en un año muy difícil y es fundamental que haya un alineamiento de intereses y de prioridades entre la clase política y la sociedad.

El problema es el sistema político, no solamente sus integrantes.