El Teatro Gran Rex: símbolo del racionalismo arquitectónico en Buenos Aires desde 1937
El Teatro Gran Rex, referencia del circuito de espectáculos de Buenos Aires, resalta por su estilo racionalista, funcionalidad y la notable ausencia de decoraciones excesivas.
06/04/2025 | 15:16Redacción Cadena 3
Inaugurado el 8 de julio de 1937, el Teatro Gran Rex se establece como una de las principales joyas arquitectónicas de Buenos Aires. Desde su apertura, ha sido concebido como un espacio de vanguardia en el ámbito teatral, marcando un hito en la modernización del paisaje urbano y en la incorporación del estilo racionalista en las salas de espectáculos argentinas.
Diseñado por el renombrado arquitecto Alberto Prebisch, figura destacada del racionalismo argentino y responsable del emblemático Obelisco, el Gran Rex fue financiado por los empresarios españoles Ricardo y Francisco López, quienes aspiraban a replicar en Buenos Aires el esplendor de los cines estadounidenses de la época. Con una capacidad inicial de alrededor de 3.300 espectadores, fue concebido para ser el teatro más grande de América del Sur y uno de los más modernos del mundo en su tiempo.
Situado sobre la Avenida Corrientes, el Gran Rex es un verdadero exponente del racionalismo arquitectónico, caracterizado por líneas puras, funcionalidad y la omisión de ornamentos innecesarios. Prebisch diseñó la sala con un enfoque en la amplitud y visibilidad óptima, eliminando columnas que pudieran obstruir la vista, mientras que un innovador sistema de iluminación indirecta potencia la sensación de profundidad y espacio. El hall de entrada, con su impresionantemente moderna marquesina de vidrio y acero, representó una novedad en su tiempo, facilitando la transición entre el exterior y el interior del teatro.
La construcción del Gran Rex hizo uso de tecnologías avanzadas para su época, incorporando materiales duraderos como hormigón armado y acero estructural, lo que favoreció una distribución más eficiente del espacio y una acústica excepcional. Además, el diseño del espacio incluyó una inclinación del suelo que mejoraba la visibilidad desde cualquier lugar de la platea, distintiva frente a otros teatros de su época.
En el interior, el teatro exhibe influencias del funcionalismo europeo, con una decoración elegante y sobria que refuerza la premisa de que la estética debía servir al espectador y no eclipsar las propuestas artísticas presentadas. La combinación de superficies lisas y tonos neutros, junto con el uso de madera, contribuyen a un ambiente de comodidad y contemplación.
Históricamente, el Gran Rex ha sido escenario de un sinfín de funciones destacadas, recibiendo a artistas de renombre tanto nacionales como internacionales. Por su escenario han pasado figuras icónicas como B.B. King, Bob Dylan, Lou Reed, Coldplay, Caetano Veloso, Duke Ellington, Dizzy Gillespie, Björk, Paco de Lucía, Charly García, Soda Stereo y Fito Páez, entre muchos otros.
Este teatro no solo es un ícono de la arquitectura moderna de Buenos Aires, sino que también se erige como un referente en el ámbito teatral y musical de la ciudad. Su diseño arquitectónico y su capacidad para albergar grandes producciones lo consolidan como uno de los espacios más prestigiosos de América Latina, testificando la genialidad de Prebisch y la evolución del racionalismo en Argentina.