Ídolo de Maradona en Boca, ahora se dedica a la creación de trofeos
Osvaldo Potente, quien brilló en el 'Xeneize', conquistó el corazón de los hinchas y causó estragos en River. Diego lo idolatraba por su talento.
11/04/2025 | 10:43Redacción Cadena 3
Osvaldo Potente dejó una huella imborrable en Boca Juniors, donde logró ganarse el cariño de los aficionados. El legendario Diego Armando Maradona lo reconoció como un gran ídolo. Tras su retiro, decidió embarcarse en una actividad inusual: fabrica trofeos.
Este exjugador, destacado por su desempeño en la década de 1970, se ha convertido en un referente del equipo. Su gran capacidad goleadora lo hizo uno de los máximos anotadores en la historia del Superclásico. Maradona, en más de una ocasión, lo mencionó como uno de sus favoritos: "Potente, Madurga, Bochini y Pavoni", señalaba cuando le preguntaban por sus ídolos.
A los 73 años, Potente se encuentra alejado del fútbol, dirigiendo una fábrica de trofeos. "Desde 1946, mi hermano y yo llevamos adelante este negocio, legado de nuestro padre, ubicado cerca de Parque Chacabuco. Recibimos pedidos de todos lados, desde San Lorenzo hasta clubes barriales. Incluso, cuando fui técnico, siempre ayudé con el negocio", relató el exfutbolista en una entrevista con Infobae en 2020.
Aunque no conquistó títulos con Boca, Potente sigue presente en la memoria de los hinchas de aquella época. A menudo se toma con humor su vida actual: "Aquí tengo más premios que Messi y Cristiano Ronaldo", bromeó.
El legado de Osvaldo Potente en Boca
Potente realizó su debut con Boca a los 19 años, durante el Torneo Metropolitano de 1971. En ese partido, anotó un gol frente a Banfield y rápidamente se convirtió en una figura destacada, siendo un enganche con notable capacidad goleadora.
Su permanencia en el club se extendió hasta 1975. Durante los siguientes tres años, jugó en Rosario Central y The Strongest, para luego regresar a Boca en 1978. Estuvo a punto de unirse al plantel bicampeón de América y campeón del mundo, permaneciendo hasta 1980 y dejando un legado de 195 partidos y 81 goles.
A pesar de no lograr títulos, se dio el lujo de anotar 7 goles a River en 14 enfrentamientos, consolidándose como uno de los máximos goleadores en la historia del Superclásico.