Cómo blindar a los menores frente a las pantallas
25/03/2025 | 17:52Redacción Cadena 3

El debate estaba presente, pero la serie Adolescencia lo terminó de exacerbar. Le echó combustible.
Todos coincidimos: las pantallas están omnipresentes en nuestra vida cotidiana, pero no deben convertirse en una amenaza para el desarrollo emocional, social y cognitivo de los menores.
The New York Times dice hoy: “Adolescencia apareció en un momento de creciente preocupación mundial por el impacto de los teléfonos inteligentes en la salud y el desarrollo social de los niños”.
El año pasado, Australia prohibió el acceso a las redes sociales a los niños menores de 16 años (aunque la ley incluye muchas exenciones).
En febrero, el gobierno de Dinamarca anunció que pronto prohibiría los teléfonos inteligentes en las escuelas, algo que Francia ya ha implementado en las escuelas primarias y secundarias.
Hoy, el Consejo de Ministros de España dio luz verde a la Ley de Protección de los Menores en el Entorno Digital, un texto ambicioso que busca resguardar a niños y adolescentes de los riesgos del mundo online.
Tras su aprobación, el proyecto pasará al Congreso para su tramitación parlamentaria, con lo que marcará un hito en la regulación del uso de dispositivos y plataformas digitales por parte de los más jóvenes.
Esta normativa, que incorpora recomendaciones de un grupo de expertos designado por el Gobierno, responde a una creciente preocupación social sobre cómo las pantallas y el entorno digital afectan el desarrollo y la seguridad de la infancia.
Medidas clave
Edad mínima, control parental y castigo a los "deepfakes"
Entre las disposiciones más destacadas está la elevación a 16 años de la edad mínima para abrir cuentas en redes sociales, una medida que busca retrasar la exposición de los menores a contenidos potencialmente dañinos. Para garantizar su cumplimiento, las plataformas estarán obligadas a implementar sistemas fiables de verificación de edad, restringiendo el acceso a pornografía y violencia digital.
Además, los dispositivos móviles deberán incorporar por defecto herramientas de control parental, activadas desde el momento de su configuración, empoderando a los padres para supervisar el uso que hacen sus hijos de la tecnología.
La ley también pone el foco en fenómenos emergentes como los ‘deepfakes’.
Estas manipulaciones de imágenes o vídeos mediante inteligencia artificial, especialmente aquellas de carácter sexual o gravemente vejatorias, pasarán a ser delito.
Asimismo, se endurecen las penas por ‘grooming’, el acoso de depredadores sexuales que engañan a menores para obtener material íntimo, un problema que ha crecido con las redes sociales.
Otro aspecto innovador es la prohibición de las cajas botín y premios en videojuegos, mecanismos que fomentan la adicción entre los más jóvenes.
Ámbito educativo
La regulación de pantallas
En el terreno escolar, la normativa establece que los colegios deberán contar con una regulación específica sobre el uso de móviles y pantallas, adaptada a las normas autonómicas. Aunque no impone una prohibición total —como la anunciada por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para el próximo curso en Madrid—, sí busca un equilibrio que fomente un uso responsable.
Este enfoque refleja la necesidad de adaptar la educación a una realidad digital sin que esta comprometa el bienestar de los estudiantes.
La hoja de ruta de los expertos
Un respaldo científico
La ley se inspira en un exhaustivo informe de cerca de 250 páginas elaborado por un grupo de expertos designado por el Gobierno.
Este documento, basado en numerosos estudios, traza una hoja de ruta para proteger a la infancia de los efectos nocivos de las pantallas.
Entre sus recomendaciones más contundentes está la prohibición total de dispositivos digitales para menores de tres años y el desaconsejo de su uso hasta los seis.
Entre los 6 y los 12 años, los expertos abogan por priorizar actividades vivenciales —como el deporte— frente al tiempo frente a pantallas. Por eso, sugirien el uso de teléfonos analógicos y, en caso de optar por smartphones, la supervisión estricta mediante control parental.
Hasta los 16 años, proponen limitar los móviles a funciones básicas, sin acceso a internet ni redes sociales.
El informe también hace un llamamiento a las empresas tecnológicas, a la que solicitan que incluyan en el etiquetado de sus dispositivos advertencias sobre los riesgos de su uso. Asimismo, pide a los adultos dar ejemplo, reduciendo el empleo de pantallas en presencia de menores, especialmente en los primeros años de vida.
Estas medidas se alinean con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda cero horas de pantallas para menores de un año y un máximo de una hora hasta los cinco.