Al final, la moneda tenía peso

Federico Albarenque

Según datos oficiales del Banco Central, hay 10.000 millones de monedas en circulación. Sin embargo, resulta difícil encontrarlas en nuestro día a día. Cada argentino, incluidos los más pequeños, debería contar con unas 200 monedas. Pero, ¿Dónde están? 

Las monedas parecen haberse esfumado de los kioscos y de las transacciones cotidianas. La realidad es que muchas de ellas terminan en tarros en casa, guardadas o acumuladas en el fondo de los lavarropas. ¿Quién tiene realmente las monedas?

El próximo 21 de noviembre, el Banco Central organiza una subasta de monedas. Esta decisión no surge de la nada. El valor del metal disminuyó tanto que el BCRA opta por rematar 1.500 tambores repletos de monedas, algunas de ellas desgastadas y de circulación más antigua. 

Lo más interesante es que el remate no se realiza por el valor nominal de las monedas, sino por su peso como metal. Cada tambor contiene alrededor de 100.000 monedas, y se podrán adquirir en lotes de 10 tambores, lo que equivale a un millón de monedas.

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El precio base para participar en esta subasta es de $43.900.000 por cada lote de un millón de monedas. Esto significa que, al comprar un millón de monedas de $2, el costo asciende a casi $44 millones. 

Es decir, cada moneda tiene un valor de 44 pesos en el mercado. Este dato resulta sorprendente, ya que la mayoría de los comercios ya no aceptan estas monedas, lo que genera una contradicción evidente. 

¿Qué hago con las monedas que tengo? La respuesta es clara: al banco. Sin embargo, si los negocios no las reciben, el ciclo se interrumpe.

El valor en metal de la moneda de $2 es significativamente más alto que su valor nominal. Con un contenido de 92% de cobre, 2% de níquel y 6% de aluminio, el metal tiene un valor que supera las expectativas. 

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La subasta del Banco Ciudad refleja esta situación: cada moneda, que no tiene poder de compra en la vida cotidiana, se cotiza a $44. Esto plantea un escenario interesante para aquellos que han acumulado monedas en sus casas. Si hubieran hecho acopio de monedas en el pasado, estarían en una posición privilegiada para beneficiarse de esta subasta.

Además, es importante considerar el peso de un millón de monedas: aproximadamente 7.200 kilos, o 7.2 toneladas. Este dato es importante para aquellos que piensan en acumular monedas para participar en la subasta. 

Sin embargo, el proceso no es tan sencillo. Para vender las monedas, uno debe llevarlas al banco, que a su vez las trasladará al Banco Central. En este punto, el banco pagará por el valor nominal, lo que elimina la posibilidad de obtener una ganancia significativa.

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