El que apostó al dólar perdió

Federico Albarenque

Históricamente, hemos escuchado a numerosos ministros de economía advertir sobre los riesgos de invertir en dólares. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, esos consejos caían en oídos sordos y el dólar se mantenía como un refugio seguro para los argentinos. 

Pero este año, las cosas han cambiado drásticamente. Para aquellos que decidieron comprar dólares a finales del año pasado o a principios de este, la situación ha resultado ser bastante desalentadora.

La realidad es que, a medida que avanzamos en 2024, el dólar ha demostrado ser una de las peores inversiones del año. Según los datos, el dólar libre, el Blue y el MEP han acumulado un incremento del 30%, mientras que la inflación se ha disparado en torno al 90%. Esto significa que, con lo que se podía comprar con un dólar en enero, ahora se obtiene mucho menos en septiembre. Un cambio que, para muchos, era impensado.

Además, el cambio oficial sigue su curso, con una devaluación del 2% anunciada por el gobierno, que muchos pensaron que no se llevaría a cabo. Sin embargo, la inflación sigue avanzando, entre un 4% y 5% mensual, lo que también impacta en el valor del dólar. En lo que va del año, el dólar oficial ha aumentado un 18%. Si bien es difícil aventurarse a predecir lo que sucederá hacia fin de año, los datos actuales no sugieren una recuperación significativa.

En este contexto, es interesante observar que aquellos que optaron por otras inversiones, como los plazos fijos UVA, han tenido un desempeño mucho mejor. De acuerdo con un estudio de la consultora CIT, una persona que invirtió un millón de pesos a inicios de enero, al final de agosto, vio su capital crecer a 2.455.000 pesos. Por otro lado, el índice de acciones de las empresas líderes de la bolsa creció un 86%, y el bitcoin un 83% en lo que va de 2024. Esto pone de manifiesto que el dólar ha quedado muy por detrás en términos de rentabilidad.

En resumen, para los argentinos que tradicionalmente han visto al dólar como un refugio seguro, este año ha traído consigo una lección dura. Aquellos que decidieron convertir sus pesos en dólares, ya sea a principios de año o a finales del año pasado, se han encontrado con una inversión que no solo no ha rendido frutos, sino que ha resultado en una pérdida significativa. Es un recordatorio de que, en el cambiante panorama económico, diversificar y explorar nuevas opciones de inversión puede ser la clave para proteger nuestro patrimonio.