Varones jóvenes, en disputas con conocidos cerca de sus propios domicilios y con armas de fuego.
De noche o madrugada. Sin ningún despliegue criminal notorio, sino más bien en el momento, de manera brutal, irreflexiva.
Mujeres un poco más grandes. Adentro de sus casas, donde, se podría suponer, deberían haber estado más protegidas. A manos de aquellos en los que alguna vez confiaron. Asesinos que ni siquiera después buscan algo de impunidad. Sólo matar.
La radiografía sobre cómo se asesinó en la provincia de Córdoba en 2022 arroja datos reveladores.
Se trata de un trabajo periodístico exclusivo de Cadena 3 que busca generar información de calidad para poder realizar análisis y comparaciones que permitan contribuir al urgente debate social sobre la inseguridad y la violencia más extrema.
Los 95 homicidios registrados en toda la provincia de Córdoba en este año que está llegando a su final representa una cifra similar a la anotada el año pasado, el primero tras la pandemia, en el que se contabilizaron 92 asesinatos. Ahora, ya con la vida cotidiana más "normalizada", el dato parece calcado.
Si bien se trata de un número que abruma y que está compuesto por 95 historias de absoluto dolor, no hay que perder de vista la perspectiva interanual: es la segunda cifra más baja anotada desde 2012.
Si se compara, por ejemplo con la tremenda realidad de Rosario, el dato es aún más relativo: en la ciudad de Córdoba se anotaron 51 homicidios, mientras que en el Departamento Rosario ya se han registrados más de 270 asesinatos. Un paralelismo alevoso.
Durante este 2022, Córdoba estuvo surcada por historias de espanto, como el doble crimen en la casa del terror de Autódromo, la masacre a machetazos en Kairos o lo que se presume que ha sucedido ahora en torno a la dramática desaparición de Anahí Bulnes.
Ni hablar del espeluznante raid delictivo que el pasado martes 13 de marzo protagonizó el múltiple asesino Roberto Carmona tras fugar de una insólita visita que le habían autorizado pese a estar preso con prisión perpetua.
O la atroz duda que todavía sobrevuela en torno al espanto del Neonatal, donde al menos cinco bebés sanos murieron a las pocas horas a raíz de una mecánica que la Justicia cordobesa sospechs como intencional.
La gran mayoría de los asesinatos aglutinó a jóvenes enfrentándose con sus pares, a los tiros, en los propios barrios que habitan.
Una vez más, este análisis también deja en evidencia la enorme cantidad de armas de fuego ilegales que andan dando vueltas por los cuatro puntos cardinales de Córdoba.
No hay antecedentes judiciales en la provincia de que alguna vez se haya encarado alguna investigación seria y sostenida para descubrir y desbaratar la ruta clandestina de las pistolas y revólveres.
En Córdoba hace tiempo que se repite una constante reveladora: víctimas y victimarios habitan un mismo radio de no más de 20 cuadras. Enemigos íntimos, demasiados conocidos.
Y si nos detenemos en la cercanía, abruma el dato que surge al poner la lupa sobre cómo matan a las mujeres. En 19 de los 30 casos registrados con víctimas femeninas, fueron asesinadas en sus hogares. Donde supuestamente deberían haber estado más seguras que en ninguna otra parte.
Quince de estos casos fueron caratulados como femicidios: asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Algunas de ellas ya los habían denunciado en la Justicia y hasta habían obtenido alguna orden de restricción.
La dolorosa cifra de femicidios, a la que se agrega un niño asesinado junto a su madre en Morteros, se mantiene constante en los últimos años en la provincia.
Un dato para analizar indica que la mayoría de las víctimas (y de los victimarios) era mayor de 36 años: en 11 crímenes.
No se puede concluir aún, pero se puede tratar de un indicio de que algo de una mayor conciencia de género puede estar impactando en las nuevas generaciones.
Los femicidas no han buscado impunidad: seis se suicidaron luego de matar y el resto quedó detenido a las pocas horas.
En términos generales, la gran mayoría de estos 95 homicidios tiene al menos a un sospechoso preso.
Las investigaciones de la división Homicidio de la Policía cuentan con un alto porcentaje de efectividad. Lo que revela no sólo la calidad de estas investigaciones, sino también que alrededor de los crímenes que suceden en la provincia no operan bandas o grupos con logísticas aceitadas, sino que los episodios aparecen más bien como brutales, sin mucha preparación.
La inseguridad también merece un análisis aparte. Hubo 18 víctimas fatales en toda la provincia: en la mitad de los casos, murieron las víctimas de asaltos, mientras que se anotaron nueve supuestos delincuentes abatidos, según se investiga a nivel judicial.
Doce de estos 18 episodios fatales de inseguridad ocurrieron en la ciudad de Córdoba.
Se tratan de los crímenes que más impunidad tienen, en relación al resto. Hay siete casos en los que todavía no se logró ninguna detención.
