–Pareciera que en la sociedad cada vez hay más conciencia sobre la necesidad de frenar la violencia de género, pero el número de femicidios sigue creciendo ¿Por qué?
–Es una interesante pregunta. Parte tiene que vercon el fenómeno del crecimiento de la violencia. Como decía antes que yo creo –y a veces mucha gente que se dedica al tema es contraria a esto— que la violencia no es por sectores. Yo no tengo violencia de género, grooming, violencia animal, sino que tengo violencia. Que se exterioriza en diferentes sectores y una de las formas es exteriorizarse es esa.
La población femenina es más débil físicamente, en lo motor, que la masculina. Pero esa característica abarca también a los niños, los ancianos, los discapacitados, que son las otras poblaciones a las que en general no les prestamos tanta atención.
¿Por qué se incrementan (los femicidios)? Porque al incrementarse el fenómeno de la violencia va a actuar siempre sobre los más vulnerables. Y parte de esa población más vulnerable son las mujeres.
Un sujeto frustrado, un sujeto violento, va a buscar dónde desencadenar esa violencia y esto es casi, como se dice, un declive: el agua cae del cerro hacia el valle. Esa violencia es la que cae.
No estamos entendiendo la violencia como un fenómeno pandémico. Es decir, extendido y generalizado. Entonces en alguna medida las soluciones terminan por propiciarla.
¿A qué me refiero? Una mujer a veces hace una denuncia en una asociación y se le toma la denuncia, se le danciertas indicaciones, en lugar de entender que realmente se encuentra con un sujeto queestá en una situación de peligro, él, sus hijos, la mujer, y actuar directamente sobre eso. Entonces, se le toma la denuncia, se hace un cerco perimetral que en la práctica resulta absurdo.
¿Por qué se incrementan entonces (los femicidios)? Porque creo que seguimosaplicando herramientas que no se adaptan a la modificación de la sociedad. Por eso tenemos sujetos que a veces matan a la mujer o a la ex mujer, muy frecuentemente a los hijos y terminan suicidándose. Ese sujeto, previamente, para llegar a esa situación de completo límite, ha recorrido unlargo camino. Al no ir detectándose ese camino previamente, se incrementan inevitablemente estos femicidios.
–Es obvio que para problemas tan complejos no hay respuestas simples, pero ¿por dónde sugeriría comenzar a atacar de un modo más eficaz estaproblemática, si es posible?
–Sí, creo que es posible. Creo que esto sigue estando en manos de sistemas con conocimientos a los cuales hoy los excede la problemática real. Un abogado, sea magistrado o no, está preparado para aplicar penas. Pero no está preparado, ni es su función, para prevenir la situación. Un psicólogo de un juzgado está preparado para detectar eventualmente perfiles criminales.
Pero no hay ninguna estructura o institución que esté trabajando específicamente en la detección temprana de la violencia y en actuar sobre lo que concretamente la violencia implica.
Un ejemplo: nadie esperaba que un médico jefe de servicio del hospital Garrahan fuese parte de un anillo de pornografía infantil. En realidad nadie lo esperaba porque en general no se conoce cómo funcionan los anillos de pornografía infantil, que son normalmente conformados por sujetos que están en situaciones de poder.
–Ya vamos a ir a ese tema. ¿Conoceexperiencias exitosas en otros países para enfrentar la problemática de la violencia de género?
–Sí, claro. Unade las cuestiones es no empezar a demonizar al hombre. Pero no demonizarlo, no digo no culparlo, no hacerlo responsable. Entender que abordar el problema sólo emocionalmente no sirve de nada.
Concretamente, hay que empezar a preguntarse qué está pasando con esa sociedad en la cual el hombre actúa de esa manera. Y tomarlo como uno toma cualquier cuestión en el terreno del pensamiento científico, que es estudiar el problema, no etiquetarlo previamente sin antes haberlo estudiado.
Cuando lo estudian, empiezan a ver cuáles pueden ser las causales de esto y algunas las hemos mencionado: las cuestiones sociales, eldesempleo, la precariedad económica, el uso de drogas. Entonces en el terreno eso implica que uno empieza a trabajar en esas otras áreas.
Ahora, es mucho más fácil negar todas esas otras áreas y cuando eso ocurre (el hecho violento) aplicar una pena y decidir casi como si fuese una discusión bizantina si son 8ó 25 años.
Las sociedades que toman esto como un hecho empiezan a trabajar desde la infancia y desde la detección precoz yluego sobre el delito en sí mismo. Empiezan a trabajar, justamente, sobre la violencia como factor constitutivo de las sociedades. Porque en realidad el ser humano es violento, aunque culturalmente y evolutivamente hemos aprendido a socializarnos.Estos sujetos son personas que han perdido esa capacidad social.
–¿Qué papel puede jugar la escuela contra la violencia de género, si es que tiene alguno?
–Enorme como lugar. Pero no se les puede tirar a los maestros algo así sin capacitarlos previamente. Debería capacitárselos en la victimología, sobre de qué se trata la violencia y demás. Hasta hace muy poco tiempo se suponía que un docente se enteraba de una situación de abuso sexual o la suponía y decía que los padres la tenían que denunciar, cuando por estadísticassabemos que el 70por ciento al menos de lassituaciones de abuso son intrafamiliares.
Era absurdo suponer que esos padres que eran abusadores iban a denunciarlo. Hay que empezar a explicarles desde cuestiones legales a cuestiones sise quiere antropológicas, psicológicas, sociales y darles herramientas sobre cómo actuar.
Se debe empezar a trabajar sobre esos chicos que en edad tempranaestán siendo sometidos a situaciones de victimización y en el futuro pueden ser ellos victimarios.Entonces la prevención es el lugar ideal, si es la escuela, si es la universidad, sies la sociedad., es ahí donde se debe actuar.
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Un experto comprometido que no teme ir contra la corriente
