Coldplay en Argentina: locura por la llegada de Jin, el cantante de BTS

La fiebre de "Jin" se apoderó de Buenos Aires con el anuncio de la llegada de la superestrella del K-pop, Kim Seok-jin, de la banda BTS, quien estará en uno de los shows de Coldplay este viernes. 

Los fanáticos que se agolpan para ver a la en lo que podría ser su última aparición pública en mucho tiempo, ya que la banda asiática debe cumplir con el servicio militar en Corea del Sur por cinco años. 

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Coldplay inició este martes un tour maratoniano de 10 conciertos durante 14 días, como parte de su gira “Music of the Spheres” (Música de las esferas). 

“¡Jin está aquí!”, tuiteó el jueves Coldplay, con una foto anunciando los ensayos.

El anuncio de la presencia de Jin por una noche desató la locura de las fans conocidas como k-popers, ya que además presentará por primera vez sobre un escenario su sencillo “The Astronaut”, coescrito con Chris Martin, el vocalista de Coldplay.

Tal fue el frenesí de la banda y el artista coreano que en estos días, encontrar una habitación en Buenos Aires se ha vuelto misión imposible, con precios hasta cinco veces más caros que lo habituales. 

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Las redes sociales se hicieron eco de la euforia: Jin ocupaba seis de las diez tendencias del país en Twitter con más de medio millón de tuits el martes, el día de su llegada, a través de los hashtags #seokjin, #JinEnArgentina o #BienvenidoaArjintinia. 

Miles de fanáticos llegaron al aeropuerto de Ezeiza con la esperanza de verlo, pero Jin se escapó por una puerta trasera. En las inmediaciones del estadio Más Monumental de River ya están instaladas las carpas, las primeras desde el anuncio de su llegada el pasado jueves. 

“Es uno solo, pero no importa. Ellos nunca vinieron a Argentina y que venga uno ya es inmenso”, dijo entusiasmada Rocío Vega, de 23 años, que sigue a BTS desde 2017. 

Había comprado entradas para ver a Coldplay el 25 y 29 de octubre, pero luego sumó una tercera para el 28, ya que es el día en que Jin realiza su presentación.

El miércoles, los fanáticos de Jin tenían 18 carpas instaladas en una esquina, donde unas 40 personas “adjuntas” a las carpas iban y venían durante el día, según sus obligaciones, para “ocuparla” durante turnos y no perder la ubicación. El objetivo: estar “en el foso, lo más cerca del escenario”. 

Para la “Army” (como se llaman los fanáticos de BTS) no importa que el concierto se transmita en las pantallas de 3.500 cines en más de 75 países, en la noche del 28 en el continente americano, y luego el sábado el 29 en otros lugares: hay que ver a Jin en persona.