El vendedor de sahumerios ganó $2 millones y se retiró

Este miércoles Matías Hernández se ganó el premio que cada programa otorga el ciclo "Los 8 escalones", conducido por Guido Kaczka. Al hacerse del millón de pesos, aceptó la invitación de Guido para volver este jueves, en la edición vespertina del programa, donde tuvo un desempeño aún mejor. 

El hombre había llamado la atención de todos al contar que trabaja como vendedor ambulante de sahumerios en la Línea 184, y hasta se animó a recitar su arenga de todos los días. 

Además, reveló que está por recibirse de profesor de Historia, y que usaría el dinero del show para poder mudarse del hotel en el que vive y ayudar a su hija en sus estudios en la Universidad Nacional del Arte. 

A la hora de competir, Matías fue contundente y completó seis luces verdes en la final. 

Promediando el recorrido, Guido volvió a consultarle qué haría en caso de volver a ganar el millón de pesos: “Me voy a tunear un poco, me voy a hacer la dentadura”, adelantó el vendedor, aunque no sin también prometer un asado para sus ocasionales compañeros de la 184. 

Matías no pensaba dejar nadie afuera: “Con los conductores, los delegados, los inspectores”, enumeró. “Pensé que entraba entre los conductores”, protestó Guido, pero el participante no se hizo el desentendido: “Podés venir, estás invitado”, señaló.

Para sorpresa de todos, Matías llegó a la final con Ana, y la competencia fue muy pareja. Con ocho preguntas realizadas, aventajaba a su competidora por 7 a 6 luces verdes, cuando llegó la pregunta final. 

La cantante Josefina Scaglione, protagonista de Drácula, hizo la última pregunta e indagó en el tema comedias musicales: “¿Cuál de estas obras estrenadas en Broadway es la más taquillera de la historia?”, preguntó la actriz. Los dos coincidieron en marcar la opción A, correspondiente a El Rey León. Y era la correcta.

Y fue así que Matías volvió a vivir la misma película de horas atrás: la música épica, el papel picado y el cheque gigante, ahora con un importe de 2 millones. 

En medio de los festejos, recibió la invitación de rigor de Guido. “Esta noche, está la segunda edición, sería por los tres millones...”, inició el conductor. Pero Matías no lo dejó terminar: “No me voy a quedar, hasta acá llegué. No soy demasiado ambicioso y con esto es más que suficiente". 

"Yo sé que no se abandona un éxito, lo aprendí de Carmen”, agregó haciendo reír al jurado, que se mostraba pasmado ante su decisión.

Tanto el conductor como el periodista Martín Liberman le insistieron, argumentando que le veían pasta para seguir por varios programas. Pero Matías se mantuvo en su postura. 

“Que Ana tenga la posibilidad, tengo la cabeza explotada. Ya está, me fui”, sentenció. Y se despidió con su sello. “Vuelvo al anonimato, aunque casi, porque en el bondi me conocen todos”, dijo risueño. 

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Guido preguntó por protocolo a la finalista qué prefería hacer, y Ana no lo dudó: “Me dio la oportunidad y se lo agradezco un montón, es un fenómeno”, respondió emocionada por el gesto y la posibilidad de tener revancha en el programa de este viernes.