Fede Bal dejó el certamen tras una accidentada noche

Federico, que destacó en el programa por las risas y los llantos que provocó en el jurado y en la audiencia, abandonó la competencia tras una accidentada jornada.

Bal rechazó la ayuda del jurado, a pesar de encontrarse frente a una prueba extremadamente difícil, y Martitegui se lo hizo saber.

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“Vamos a ver qué pasa. No es de agrandado, hoy me puedo ir, pero estoy tranquilo con eso”, dijo el actor. “Estás cerca de la puerta”, remató el jurado.

Por si fuera poco, el actor sufrió una herida mientras picaba ajo: se cortó un dedo y empezó a brotar sangre de a montones. “Parecía un bife de chorizo. No es tanto el dolor, es la baja de presión y tuve que salir un largo rato”, explicó luego en el back.

Y aseguró que el daño no fue tanto físico o emocional sino que afectó radicalmente los tiempos de cocción: “Ya no me acuerdo que le falta, no me acuerdo el plato que había visto. El peor panorama”, dijo, anticipando su salida.

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Hacia el final del programa, Vicky Xipolitakis se salvó y Federico quedó mano a mano con el Mono de Kapanga, quien, habituado a este tipo de situaciones, no pudo contener las lágrimas, más afectado incluso que el propio eliminado.

“Dentro mío pienso que me estoy convirtiendo en el verdugo de mis amigos”, comentó en el back.

Una dura despedida para el programa

“Te quiero un montón, sos un pibe bárbaro. Vos ya le ganaste a la vida”, señaló el músico en referencia al cáncer de intestino que el actor superó este año.

Por último, el mensaje más esperado era el de Martitegui: “Nos sorprendiste muchísimas veces con tu talento y tus ganas. Te vamos a extrañar, fue una alegría tenerte acá”, dijo el chef.

“No renegamos con ningún participante como con vos, era divertido acercarnos a tu isla, pelear un poquito”, admitió Damián Betular. 

“Conozco una persona maravillosa, doy gracias a Masterchef por haberte conocido y algún día vamos a jugar a la Play juntos”, prometió.

Donato de Santis, por su parte, destacó que detrás de cada chef hay una persona. “Fuiste un aprendiz difícil pero está bien, porque no todos son iguales y vos tenés una personalidad que te distingue”, resaltó el italiano.

“Toda mi vida me voy a acordar de estos meses por las risas, es muy loco trabajar en algo que sos fan, creo que es la primera vez que me pasa. Ahora me voy a comer unos pochoclos y ver Masterchef hasta la final”, dijo Federico al despedirse del programa que lo tuvo entre sus favoritos.