Magalí Benejam, una modelo cordobesa de 29 años nacida en Villa María, pasó de ser una destacada representante de Argentina en Miss Universo a protagonizar un escándalo que le costó su corona.
Benejam se destaca no solo como modelo, sino también como astróloga y coach. Logró gran reconocimiento en certámenes previos como la competición de traje de baño, donde brilló con una bikini azul y stilettos dorados.
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Antes de su llegada al certamen, la modelo compartió en una entrevista que había enfrentado diversas “adversidades” desde su infancia. “Desde chica la vida me arrojó situaciones diversas y creo que eso es lo que me lleva a ser hoy quien soy porque mi capacidad de adaptación ha ido creciendo con respecto a estas adversidades”, comentó.
Magalí inició su carrera de modelaje en su adolescencia, cuando se trasladó a Chile para trabajar como imagen de campañas. Después de cuatro años en el país vecino, se mudó a México, donde residió durante dos años. Tras un breve paso por Turquía durante la pandemia, se estableció en Barcelona, donde vive actualmente.
Su historia resalta cómo en mayo del 2024 marcó un hito ya que fue la primera en ganar Miss Argentina siendo mayor de 28 de edad. Hasta el año pasado, ese era el límite máximo edad, pero se quitó ese requisito. También se ampliaron otros criterios de participación, permitiendo que mujeres casadas, con hijos o embarazadas pudieran competir por primera vez.
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La polémica estalló tras una entrevista de dos horas que Benejam ofreció al streamer King Lucho. Allí realizó duras críticas al concurso Miss Universo, acusándolo de estar “arreglado” y dominado por intereses políticos y económicos. Según ella, la coronación de la danesa Victoria Kjaer Theilvig estaba decidida con días de anticipación, lo que evidenciaba una supuesta falta de imparcialidad del jurado.
Estas declaraciones, que incluían comentarios sobre la seguridad reforzada de la ganadora y el rol de las concursantes en las estrategias de la organización, llevaron a la decisión de destituirla por contradecir los principios de inclusión y respeto promovidos por el certamen.
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La modelo no solo criticó el concurso, sino también a algunas de las participantes. Señaló que su relación con la ganadora danesa fue tensa, relatando incidentes que interpretó como gestos de desprecio. Asimismo, opinó que la representante de República Dominicana, Celinee Santos, asumió un "rol de villana" en el certamen, al que atribuyó su polémica inclusión en el top 30. Para Benejam, estos casos ilustraban la naturaleza política y estratégica detrás de cada elección en Miss Universo.
Otro punto que generó controversia fue su percepción sobre el trato hacia las representantes de habla hispana y su propia experiencia como candidata morocha. Comentó que su director le sugirió aclararse el cabello para cumplir con ciertos estándares, y criticó la ausencia de la representante de Colombia en los puestos más altos, asegurando que "tenía todo para ganar". Según Benejam, estas decisiones reflejan cómo las prioridades económicas y estratégicas de la organización influyen en los resultados, dejando de lado aspectos genuinos de caridad o mérito.
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A raíz de estas explosivas declaraciones, la organización de Miss Universo le quitó el título: “Después de una revisión exhaustiva de los recientes comentarios realizados por la señorita Magalí Benejam, basados en nuestros principios fundamentales, hemos decidido retirar inmediatamente el título de Miss Universo Argentina”.
El comunicado oficial afirma que la filosofía del concurso en relación a la “inclusión, diversidad y respeto” no es compatible con las declaraciones de la modelo cordobesa, donde se busca “garantizar un espacio donde se respeten las creencias y experiencias de todas las personas”.
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