Se cumplen 22 años de la muerte de Lady Di

El Reino Unido y el mundo entero recuerdan un nuevo aniversario de la muerte de Lady Di, y como cada año el puente del Alma, en París, Fancia, vuelve a llenarse de flores.

Diana Spencer tenía 36 años al momento de su muerte, el 31 de agosto de 1997, cuando perdió la vida en un siniestro vial, junto a su compañero Emad “Dodi” Al Fayed, mientras escapaban en un auto de un grupo de paparazzis que los perseguían.

Con apenas 20 años, Spencer contrajo matrimonio con el príncipe Carlos, quien le llevaba 13 años y apenas la había visto una docena de veces antes de su boda, el 29 de julio de 1981. El casamiento fue seguido en directo por millones de personas en todo el mundo y su vestido de ensueño marcó un hito en la historia de la moda.

En un matrimonio que parecía arreglado, las infidelidades no tardaron en aparecer. Al príncipe poco parecían preocuparle los rumores de su amorío con la que años más tarde sería su segunda esposa, Camila Parker Bowles, o los amantes que le aparecían a Diana.

El paso de Lady Di por la monarquía fue breve, pero suficiente para dejar su sello, ya que hasta entonces resultaba imposible ver a un miembro de la realeza alzando niños desnutridos en África o tomando por la mano personas con HIV. Tan raro resultaban esas imágenes como las fotos en las que quién podía convertirse en reina aparecía jugando con sus hijos.

Los seis días que transcurrieron entre su muerte y su funeral convirtieron las puertas de Kensignton en un océano de flores.

Hace dos años, para el 20° aniversario de su fallecimiento, se estrenó un polémico documental en Inglaterra en el que se conocieron grabaciones de la princesa.

Entre las confesiones de la princesa, aseguró que el día de su boda "fue uno de los peores de mi vida". Y también reveló que el príncipe Carlos sólo acudía a la cama matrimonial "una vez cada tres semanas".

En tanto que el Daily Mail publicó la transcripción de unas grabaciones hechas por la princesa en 1991 donde cuenta cómo la presión de ese romance le provocó bulimia y ansiedad.