Tití Fernández se sacó con Joaquín Levinton y se descompensó

La jornada del lunes dejó un sabor amargo entre los participantes de Masterchef Celebrity 3. 

“Van a tener que enfrentar una tarea muy difícil. Van a tener que afinar los sentidos, el compañerismo y la paciencia”, anunció Donato De Santis. 

Y tenía razón, porque el desafío del día tenía que ver con un trabajo en duplas, en las que cada uno de los integrantes tendría los ingredientes necesarios para llevar adelante una receta similar en la llamada “caja misteriosa”. Uno tendría la primera parte de la receta y el otro la final.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Sin embargo, el desafío no terminaba allí. Santiago del Moro anunció con bombos y platillos otro obstáculo que se sumaría en la jornada: El Muro.

Los equipos terminaron conformados por Paulo Kablan y Juariu, que debieron preparar un solomillo, Paula Pareto y Charlotte Caniggia que se enfrentaron a un lemon pie, y Tití Fernández y Joaquín Levinton que debieron elaborar un pollo. 

La condición era que ambos platos lograran “el mismo emplatado y el mismo sabor” en un lapso de 60 minutos, indicó Germán Martitegui. 

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

En la tensión del momento, el periodista deportivo parecía no confiar demasiado en el músico que le había tocado como coequiper.

“Pará, bolu..., decime en serio. ¿Qué hago con el pollo?”, gritaba Tití tratando de entender las indicaciones del rockstar. “¡Ya está, sacalo!”, le respondía Levinton sin que su compañero lo escuchara.

Pero los alaridos de Tití eran cada vez más fuertes. ”¡No te enojés!”, le decía el músico, mientras todos en el estudio quedaban estupefactos por el griterío. 

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

“Vos me tenés que decir hermano, tenés la receta. ¿Qué te crees? ¡Que soy Mandraque yo y puedo adivinar las cosas!”, seguía el periodista. 

“Parecés un loco Tití. ¡Te van a llevar al Borda!”, le dijo entonces Joaquín. Pero él, en el backstage, no se hacía cargo de su parte. 

”Me estoy volviendo loco, no puedo más de los gritos”, decía. En tanto, el músico aseguraba que la comunicación se hacía muy difícil por los “problemas auditivos” de Fernández.

“A las doce el pollo con la pata para arriba, a las tres el puré, remolacha a las seis...”, le decía cuando, de repente, se comenzó a sentir mal, al punto que debió ser atendido por el médico del lugar.

“No puedo más, empiezo a transpirar, me empiezo a sentir un poco mal”, dijo Tití. Sin saber qué ocurría del otro lado, el músico seguía insistiendo para terminar de definir el plato sin obtener respuesta de su compañero, por lo que intentó probar con el megáfono. 

“En un momento me empezó a faltar un poquitito la respiración”, dijo luego el músico. 

Y agregó: “Joaquín, mirá lo que conseguiste, que entre el doctor a atenderme. La factura de la obra social te la paso a vos, loco”.

Levinton, por su parte, explicó que a Tití le había bajado la presión. “No está para estos trotes, no está para seguirme a mí”, se defendió. 

“Estoy haciendo memoria y no me acuerdo cuanto hace que no me sentía así”, aseguró el periodista. 

A la hora de las devoluciones, el jurado evaluó a los tres equipos sin contemplaciones. Charlotte y la Peque se quedaron con el delantal gris, con lo cual deberán pasar al jueves de última chance. 

Paulo y Juariu consiguieron el pase directo al balcón. Y decidieron que Fernández y Joaquín también tuvieran la posibilidad de ir al miércoles de beneficios.