Con las presentaciones de Peteco Carabajal, Susana Rinaldi y Ligia Piro, acompañados de la Orquesta Filarmónica de Mendoza, se realiza la 15° edición de la Fiesta de la Cosecha en el Aeropuerto El Plumerillo, ante más de tres mil personas.
"Del Oeste, como el viento Zonda, llegan acordes cuyanos poblados de siestas, tonadas, cuecas y parrales. Del Este viene una brisa que trae melodías rioplatenses, ahora cosmopolitas, siempre nuestras y cercanas. El corazón mirando al Sur y desde allí, los aires de un tango universal. Vientos norteños, danzas y bombos, perfume de carnaval, sol que entibia el aire y llega como brisa de marzo, con aires de chacarera", fue la consigna de la fiesta, llamada este año "A los 4 vientos".
En la previa del festival, los encargados de comenzar con la música fueron los muchachos de Biciswing, conocida como la banda de "jazz de la peatonal". El conjunto, oriundo de Mendoza, llamó la atención del público por la utilización de instrumentos exóticos, como el banjo, y por su estilo único: tocan Gypsy Jazz.
El amplio escenario contó con tres pantallas LED gigantes, una al fondo y las otras a los costados. La Filarmónica, en todo su esplendor, pintó una postal imponente junto con los artistas.
Curiosamente, las primeras filas frente las escenario la ocupaban vides en lugar de sillas, mientras que unos metros al costado las reinas vendimiales bailaban con gauchos danzas folclóricas tradicionales.
La gente fue llegando lenta pero constantemente. Se dispusieron 3 mil sillas, que se ocuparon todas, y hubo barras de comida rápida. Estuvo presente el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo con su esposa.
Como es tradicional, con cestas y tijeras, las reinas vendimiales realizaron la recolección de las uvas con las cuales se hace el vino malbec Estancia Mendoza.
Estaba con ellas la vicegobernadora mendocina, Laura Montero, que dijo a Cadena 3: "La verdad que me encanta, me recuerda mis épocas de ingeniera donde me tocaba este trabajo en directo con mucha gente que respeto y que quiero, yo decía que tenía muchos dones cuando ejercía la agronomía. Don Carrasco, don Navarro, que me ayudaron a crecer como profesional y a sacar la tarea del viñedo".
Acerca de la tarea de la cosecha comentó: "Siempre lo añoro, porque yo elegí este tipo de vida, a pesar de que mis padre era médico y mi mamá era actriz, pero para mí ese contacto con la naturaleza es una elección de vida. Ahora estoy en un ambiente no tan saludable y siempre tengo añoranzas de esa época".
Viviana Orcajada, la conductora del evento, presentó a Gustavo Fontana, director de la Filarmónica, entre miles de aplausos. Inmediatamente, se le unió Peteco Carabajal, y la ovación fue total.
Abrió con una versión de su tema "La estrella azul", dedicado a su primer hijo, Juan Antonio, con quién se reencontró finalmente tras no haberlo podido ver durante 32 años. “Dónde estará la estrella azul, ya no podré con mi dolor, en otros cielos brillará esa estrellita del amor”, dice el tema.
Entre la mítica figura del santiagueño y el traje blanco con camisa a juego de Fontana, la imagen emocionaba. El cantante interpretó una tonada dedicada al vino, apropiadamente para la ocasión e hizo un repaso por sus temas más conocidos.
Minutos después de las 23 se despidió, dejando su lugar a la cantante de jazz Ligia Piro. En un sentido homenaje a Luis Alberto Spinetta, a cinco años de su muerte, interpretó una genial versión de "Barro tal vez".
Luego invitó a Gabriela Fernández, compositora y docente mendocina a cantar con ella "Esa musiquita", de Teresa Parodi. Siguió con "Construcción" y cantó otros de sus éxitos de sus éxitos
Finalmente, aclarando que muchos la respetaban por su carrera pero que ella lo hacía porque "Es mi mamá", Ligia presentó a Susana Rinaldi. Los vestidos de madre e hija contrastaban: Susana estaba de blanco y Ligia de un rojo intenso.
La artista demostró que sus 81 años no han menguado para nada su talento, su pasión y la calidad de su voz, sino lo contrario. Con "Uno", el público la aplaudió de pie.
Su variadísimo repertorio incluyó a la afamada "Alguien le dice al tango", compuesta por Borges y Piazzola
"Naranjo en flor" fue un éxito con el público, hasta los músicos se levantaron para aplaudirla. Pero el momento más sensacional fue probablemente cuando, junto con Ligia, cantaron "El día que me quieras".
