Con la Bendición de los Frutos inició una semana de festejos

"Historias alrededor de la vid" fue el nombre del espectáculo con el que se celebró anoche la Bendición de los Frutos y se dio inicio a la semana más intensa de actividades vendimiales.

Cerca de las 22 comenzó el show en el complejo deportivo municipal de Rivadavia, donde alrededor de seis mil personas disfrutaron del espectáculo.

Un merecido homenaje a los cosechadores, protagonistas del trabajo vitivinícola y la historia de nuestra Provincia fue la Bendición de los Frutos. Con la presencia del gobernador, Alfredo Cornejo; autoridades provinciales; la reina y virreina nacional de la Vendimia, Victoria Colovatti y Romina Méndez Pattaro y las 18 soberanas aspirantes al cetro nacional participaron de esta fiesta.

Poco antes de las 22, el Gobernador llegó al complejo deportivo acompañado porel secretario de Cultura, Diego Gareca; el intendente de Rivadavia, Miguel Ronco; ministros del gabinete provincial, legisladores y los jefes comunales de los departamentos de la zona Este.

Cornejo previamente dialogó con la prensa y resaltó el carácter federal de la celebración que se realiza en Rivadavia y que en los dos primeros años de su gestión “ya recorrió San Carlos y Malargüe”. El próximo año, la ceremonia se realizará en el departamento de La Paz.

La bendición fue realizada por el administrador apostólico de la Arquidiócesis de Mendoza, Monseñor Dante Baida, a los frutos, a los trabajadores de nuestra tierra y a las familias de Mendoza. Posteriormente, el sonido de los tres golpes en la reja realizados por el gobernador Alfredo Cornejo acompañado por el presidente de la Federación gaucha, José Regginato, tiñeron de emotividad el acto.

Historias alrededor de la vid

El espectáculo contó con el guión del rivadaviense Fabricio Márquez y dirigida por Néstor Alberto Beto Giménez, con coreografía de Gaspar Tello y Vanesa Robledo, la música en vivo estuvo a cargo de la Banda Municipal Blas Blotta y Los Huarpes y la participación de Danzas Ancestrales Inka Q’olla .

El espectáculo propuso dos arcos narrativos, que atravesaron el tiempo y el espacio. El primero, contó la génesis de Mendoza, su geografía y su destino agricultor. El segundo, a través de historias de vida, productores, contratistas, cosechadores y tomeros, en distintos momentos de la labor vitivinícola, reflejaron cómo ese destino interviene en la vida de esas personas y a su vez, cómo esas pequeñas historias influyen, confluyen y forman parte de la identidad cultural que nos distingue como provincia.