Sucedió en Río de Janeiro un 10 de julio de 2021, en el mítico Maracaná ante la mirada de unos pocos privilegiados que gambetearon a la maldita pandemia del Covid-19.
Argentina Campeón de la Copa América nos devolvió la fe, nos coloreó de esperanzas, nos abrió las puertas del cielo futbolero, nos hizo felices. Fue un Maracanazo redentor.
Habían pasado 28 nefastos años sin ganar títulos, cosechando dolorosas frustraciones.
Chocamos contra la misma pared en cuatro finales, una de ellas en ese mismo lugar en la definición del Mundial 2014 frente a Alemania en el suplementario.
Aquella final contra Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro se disputó en medio de una fuerte ola de contagios y muertes por la Covid-19, ante sólo unos 7.000 espectadores habilitados.
El gol de Ángel Di María fue el comienzo de todo lo que vendría después.
La Copa América se iba a disputar en conjunto entre la Argentina y Colombia pero ambos países desistieron de la organización por el Covid-19 y la crisis social, respectivamente.
Brasil, que en ese momento era uno de los países más afectados por el virus, se ofreció como sede y organizó el torneo en dos semanas.
La Selección Argentina llegaba llena de dudas y las críticas hacia el plantel y el técnico se hacían sentir.
Lionel Scaloni y su cuerpo técnico conformaron un plantel que ratificó el cambio generacional que había empezado desde el inicio del ciclo en septiembre de 2018.
El poco experimentado técnico tomó decisiones fuertes y controvertidas.
En la previa del debut, Lionel Messi dijo la Copa América de Brasil era el “momento” para “dar el golpe”.
En el primer partido Argentina empató 1 a 1 frente a Chile, sin convencer, con un gol de tiro libre de Messi.
En el equipo titular jugó Martínez, pese a que Armani ya estaba recuperado del coronavirus. “Dibu” le atajó un penal a Arturo Vidal que luego terminó en el gol de rebote de Eduardo Vargas.
Argentina consiguió su primera victoria en la segunda fecha. Con gol de Guido Rodríguez y asistencia de Messi venció a Uruguay por 1 a 0.
En la fecha siguiente el equipo de Scaloni derrotó a Paraguay por 1 a 0 y logró la clasificación a cuartos de final. En ese encuentro Di María y el Papu Gómez fueron titulares y los constructores del gol de la victoria.
Con la clasificación en el bolsillo Argentina goleó por 4 a 1 a Bolivia con equipo alternativo y dos goles de Messi y otros dos del "Kun" Agüero, que sin saberlo, jugó esa noche su último partido con la camiseta de la Selección.
Messi mostraba sus credenciales con dos asistencias (una De Paul y la otra a Lautaro Martinez) y un golazo de tiro libre, para el triunfo ante Ecuador y el pasaporte a las semifinales.
La semifinal frente a Colombia fue dramática y marcó un antes y un después.
Otro gran inicio de partido con un gol de Lautaro con nuevo pase de Messi en el comienzo del encuentro, pero Colombia llegó al empate en el inicio de la segunda mitad con Luis Díaz.
Esa noche y para siempre nació el romance entre el público argentino y el Dibu Martínez.
La definición por penales fue inolvidable: el “Dibu” Martínez se hizo gigante con tres penales atajados. “Mirá que te como”, fue la desafiante frase del arquero a sus rivales, que luego explotó en las redes sociales.
La Scaloneta ya estaba en la final y Brasil el rival era el favorito.
Minuto 22 del primer tiempo y Argentina se puso en ventaja.
Pase largo de De Paul para Di María, el error fatal de Lodi y definición precisa y exquisita del "Fideo" por arriba de Ederson.
El gol soñado, el gol más esperado, el gol en su máxima expresión.
Después Brasil se vino encima, pero Argentina pudo aguantar hasta el final.
La imagen de Messi, sepultado debajo de la montaña humana de sus compañeros estallando en lágrimas con las manos en la cara.
Di María hablando con su familia por videollamada: “...Algún día se iba a romper la pared y se rompió”.
Y en cada rincón de la Argentina la gente exteriorizando su alegría.
Para Messi, para cada futbolista del plantel, para Scaloni y para millones de jóvenes Argentinos nacidos desde el 1993 en adelante, era el primer título con la Selección.
Aunque Argentina es el equipo más ganador de la historia de la Copa América, pocas veces la celebración fue tan emotiva y expresada de manera tan contundente.
Argentina campeón después de 28 años, frente a Brasil y en el Maracaná.
Fue un Maracanazo redentor, en la ciudad Maravillosa donde el Cristo con sus brazos abiertos parece celebrar un gol.
Fue un acto de justicia y reivindicación hacia Lionel Messi, el mejor futbolista de este tiempo y quizás de todos los tiempos.
Fue un grito de desahogo que nos permitió nuestro viejo y querido fútbol argentino, que iluminó al menos por un instante la oscuridad de una larga y cruel noche de una pandemia que se llevó la vida de tanta gente.
Fue la consagración de Scaloni y de un grupo de jugadores que al año siguiente nos darían a los argentinos la alegría colectiva y compartida más grande que la que tengamos memoria en Qatar.
Argentina Campeón de la Copa América 2021 nos devolvió la fe, nos coloreó de esperanza, nos abrió las puertas del cielo futbolero, nos hizo felices. Fue un Maracanazo redentor.
