Agosto es el mes de las infancias y una buena oportunidad para ayudar a los padres primerizos a preparar la habitación del bebé. Hay que proporcionarle al nuevo integrante de la familia un espacio acogedor y agradable, que le brinde seguridad y confort.
El espacio debe cumplir ciertas premisas para satisfacer sus necesidades, tanto durante los primeros meses de vida como más adelante.
Grupo Edisur te cuenta cómo preparar esta habitación, donde el bebé dormirá, jugará, leerá y pasará buena parte de su tiempo.
El ambiente
Lo primero y principal, sin importar cuanto tiempo vayas a practicar el colecho, es que el cuarto del bebé esté lo más cerca posible del de los padres.
Además, hay que asegurarse que reciba buena luz natural, que tenga una ventilación óptima, que sea lo más silencioso posible y que la temperatura ronde entre los 20 y 22 grados.
Si tenemos la posibilidad de elegir, que sea de dimensiones amplias. ¡Cuidado! Que la amplitud no le haga perder intimidad.
Los muros
Las paredes de la habitación es lo primero que debemos resolver, ya que serán el punto de partida para el resto de la decoración. Hay que considerar dos aspectos claves:
-Color predominante: para los primeros años son preferibles los tonos neutros, que transmiten armonía y serenidad (beige, habano, verde claro, gris claro). Después de los dos años podemos aportar notas de colores más fuertes para estimular su creatividad. No debemos olvidar que el cuarto también es lugar de juegos.
-Tipo de pintura: son preferibles las opciones al agua, no tóxicas y lavables. Mejor aún si es ecológica y libre de metales pesados. Si se elige un empapelado, que también sea lavable, especialmente para cuando comience a rayar todo. Cuando crezca, podemos optar por un tipo de pintura lúdica, como la de pizarra, o por pegar en las paredes vinilos decorativos que le aportan un toque original a la habitación y además entretienen.
Una vez listos los muros, se puede optar por decorarlos con una composición de cuadros con motivos infantiles o con fotos del bebé, pero sin recargar. Los vinilos también son una buena opción, pero tienen la desventaja de que si nos aburrimos pronto también debemos cambiar la pintura.
Hay que aprovechar al máximo los rayos de sol que entran por las ventanas, por eso las cortinas deben ser translúcidas, ligeras y en tonos claros. Freepik.
La iluminación
Si el cuarto no es demasiado grande, basta con una luz cenital y una luz indirecta. Hay que aprovechar al máximo los rayos de sol que entran por las ventanas, por eso las cortinas deben ser translúcidas, ligeras y en tonos claros.
Es preferible evitar los tubos fluorescentes y las lámparas halógenas. En cuanto a la instalación eléctrica, hay que tener sumo cuidado de que no quede ningún cable al alcance del bebé y que estén siempre fijados a la pared.
El suelo
En cuanto al suelo, las premisas fundamentales son seguridad y limpieza. Esto se debe a que cuanto empiece a gatear y luego a andar, el bebé estará en permanente contacto con el piso.
Las alfombras es mejor descartarlas, porque acumulan ácaros. Si creés que es una buena alternativa, mejor buscá las que sean lavables.
También es importante que se trate de un material resistente y duradero para soportar los ajetreos de los bebés. Una buena opción, además de decorativa, es la madera plastificada.
Cumplidos los primeros meses del bebé, podemos optar por cubrir una zona de la habitación con una alfombra de goma, que es una superficie blanda y segura que podemos limpiar con frecuencia.
Los materiales
Al elegir los muebles, es mejor decantarse por las maderas macizas con acabados naturales y evitar los aglomerados y los barnices.
En cuanto a los textiles, tanto la ropa de cama como las cortinas y las alfombras deberían ser de fibras naturales como el algodón para evitar alergias. También hay que tener en cuenta que sean fácilmente lavables.
Los muebles
Cuando de bebés a los tumbos se trata, la premisa “menos es más” cobra vital importancia. No debemos recargar la habitación creyendo que así se verá más completa y bonita.
En el cuarto del bebé siempre es mejor aplicar la premisa “menos es más”. Freepik.
Durante el primer año basta con una cuna, una cómoda o armario para la ropa y, si tenés espacio, un mueble cambiador. Ya tendrás tiempo más adelante para agregar el mobiliario para los juguetes, un escritorio, una mesa con sillas o un rincón de lectura.
Existen muebles convertibles que son ideales para la habitación infantil, porque acompañan el crecimiento del bebé.
#DatoEdisur: ¡Sumá obras de arte en la habitación infantil!
