Felippa: "No compartimos la aplicación de dólares especiales"

En medio de un “contexto pocas veces visto”, la actividad láctea, que sabe de atravesar crisis y que cuenta con un espíritu resiliente sin igual, está llegando al colapso por varios factores. El inminente anuncio oficial del Dólar Soja 3, que prepara el Gobierno con un tipo de cambio especial para la exportación, podría llegar a desencadenar el tiro de gracia para el eslabón primario.

Tres sequías, escasez de reservas forrajeras y producción en caída libre, no sólo por la estacionalidad sino por el estado corporal de las vacas luego de una verano feroz, hacen que la lechería en toda su cadena se muestre grogui, a merced de un golpe de nocaut.

Para el presidente del Centro de la Industria Lechera, y productor cooperativista, Ércole Felippa, “muchos de los problemas que hoy tenemos son autoinfligidos, más allá del contexto externo, el clima y la producción, porque todas las medidas que se han tomado sobre nuestro sector, lejos de neutralizar esos efectos negativos, los han agravado”.

Dólar Agro/Soja 3

“Nosotros creemos que estas medidas son parches que lo único que hacen es distorsionar otras actividades; si acá tenemos un problema de atraso cambiario, debemos darle una solución integral al tipo de cambio, pero no se pueden establecer diferenciales porque ya sabemos lo que pasó con el Dólar Soja 1 y 2, con un impacto generado tremendo”, opina el industrial presidente de Manfrey. “No compartimos la aplicación de dólares especiales porque terminan distorsionando los mercados; aboquémonos al problema de fondo con una solución estructural, no con parches”, criticó Felippa.

Todas las medidas que se han tomado sobre nuestro sector, lejos de neutralizar los efectos negativos, los han agravado

Un mensaje a la cadena

Producto del insuficiente precio percibido por los productores de leche para cubrir sus costos u obtener una rentabilidad sustentable para el tambo, la Mesa de Enlace lanzó la semana pasada un fuerte comunicado dirigido al Gobierno pero también a la industria láctea, a quien le pidieron “mostrar empatía con el productor que hoy necesita especial sostén para seguir ordeñando”, acusándola de que puede pagar un poco más de lo que da actualmente.

En este sentido, el presidente del CIL respondió: “lo peor que nos puede pasar como cadena, es que terminemos desconociéndonos entre nosotros; culpar al otro eslabón de la cadena por lo que nos pasa, es ser funcionales a una estrategia de una parte del Gobierno que nos quiere dividir”.

Felippa afirma que “la industria está haciendo un gran esfuerzo para no trasladarle sus quebrantos al productor; sabemos que no es suficiente y que no alcanza pero estamos haciendo un esfuerzo descomunal, porque los precios que estamos pagando por la materia prima no son el resultante de la operatoria comercial”.