Milei, un gran signo de interrogación

Julio Perotti

¿Benny Hill o el político que necesita la Argentina para salir adelante?

¿Esperanza o amenaza?

¿Sistema o antisistema?

¿Pura teoría o capacidad ejecutiva?

¿Quién es Javier Milei?

52 años. Diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

17 por ciento de los votos, tercera fuerza en ese distrito.

Vamos a tratar de aproximarnos a este personaje, un emergente de la crisis política y económica.

Milei cuestiona a todos, absolutamente todos, los gobiernos desde Hipólito Yrigoyen hasta Mauricio Macri.

Pero deja afuera al de Carlos Menem, que pasó de un discurso populista a una idea neoliberal que encarnó Domingo Cavallo.

Frente al desencanto generalizado, Milei parece captar la esperanza de sectores juveniles, que se definan libertarios.

Pero también aprovecha el desencanto de gente mayor que ve pasar los gobiernos y nunca aparece una solución a los problemas.

Gran parte de su “éxito” se debe a su estilo frontal con el que ataca a lo que considera una “casta” política que es la responsable de todos los males.

Por eso, hay quienes le apuntan con el dedo y lo consideran antisistema, por su propuesta de arrasar el Estado como lo conocemos porque en el Estado, manejado por la casta, está la base de los problemas.

¿Sus ideas neoliberales a ultranza podrían funcionar en la Argentina que, según él, ha probado con los “econochantas” de ambos lados de la grieta?

¿Estaríamos preparados para una dolarización como propone?

Alguna vez hubo convertibilidad y ya sabemos cómo terminó.

La otra duda es si sería capaz de gobernar con lo que él considera la casta en contra.

Porque a fuerza de enfrentar a los políticos tradicionales, con todos sus defectos y pocas virtudes, podría terminar convertido en un Donald Trump o un Jair Bolsonaro.

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