El Ministerio de Trabajo dictó este lunes la conciliación obligatoria en el conflicto por reclamos salariales que enfrenta a la Asociación Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra), que a las 00 había iniciado un paro general de 24 horas, con el Centro de la Industria Lechera (CIL).
La organización gremial que lidera Héctor Ponce había convocado a la huelga luego de negar que los empresarios hayan otorgado en el año un aumento salarial del 73%.
El presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, Pablo Villano, indicó sin embargo a Cadena 3 que cumplieron "con lo que había que cumplir" en lo salarial y que la diferencia con la inflación "es muy poca".
"En 2019 cerramos págandole a los trabajadores con toda la inflación del año, quedó un 1,7% para este 2020 que si lo sumamos a la suma fija que dio el Gobierno de $ 4 mil estamos en un 9%, cuando la inflación a mayo fue del 11%", argumentó.
Y cuestionó las protestas: "Es muy poca la diferencia entre la inflación y lo que estamos pagando. Por eso creemos que el motivo no puede ser ese, ante una medida de fuerza como la que tuvimos".
Villano precisó que desde el jueves hubo un quite de colaboración hasta el domingo, en el que los trabajadores se desempeñaron a reglamento.
“Lo pudimos sortear porque los trabajadores, por lo menos de las pymes trabajaron, están conformes con los $ 80 mil promedio que reciben de bolsillo. Otros no contentos con eso largaron hoy un paro de 24 horas”, criticó.
El empresario explicó que en los próximos 15 días Trabajo convocará a las partes y afirmó que allí sabrán “las verdaderas razones del conflicto”.
Villano argumentó que la crisis no escapa al sector, pese a ser una actividad esencial que no dejó trabajar, por lo que se sienten “privilegiados” en comparación a otros sectores.
“Está la inflación, venimos con dos arrastres que tuvimos en años anteriores. Y por otro lado esta pandemia nos aumentó parte de los costos. Hicimos grandes esfuerzos por mantener personal y no hacer suspensiones ni despidos”, esgrimió.
El referente del sector agregó que tuvieron “limitaciones” como los precios máximos que fijó el Gobierno el 6 de marzo que no les permitieron “aumentar y recomponer los costos”.
También subrayó que el poder adquisitivo está deteriorado, que “sólo se vende queso cremoso” y que la demanda está retraída.
Los reclamos del gremio
"La patronal rehusó negociar paritarias en el contexto de la Ley 14.250, aunque ello tiene carácter alimentario, por lo que ante ese grave incumplimiento legal el gremio instrumentó los mecanismos constitucionales de protección del trabajo y responsabilizó por la situación y sus probables consecuencias al sector empleador", puntualizó el sindicato en un documento.
La Atilra había anunciado que no obstante el paro y, como excepción, procesaría durante la jornada la materia prima con la condición de que fuese donada a los sectores "necesitados y desprotegidos, en especial a la niñez", agregó.
"Nunca se produjo un aumento salarial del 73% en el año. La mejora fue del 2% para equiparar la inflación de 2018 y de un 53,8% para compensar la de 2019, cuando el aumento promedio de los lácteos fue superior al 90 por ciento. El 'chamuyo' de los industriales se contradice con los datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA)", señaló.
"Según esos datos, por la cuarentena el consumo per cápita de lácteos creció casi 57 litros entre enero y abril de este año", concluyó la Atilra.
"La actitud de Atilra está rara"
Cadena 3 dialogó con Raul Cata, miembro de la Asociación de Productores de Leche quien hizo hincapié en las asambleas que se vienen generando dentro de las plantas.
"La vulnerabilidad del sector es grande. Nosotros ordeñamos dos veces por día y tenemos que entregar una vez por día. La industria recibe la leche y tiene que procesarla dentro de las 48 horas. La vulnerabilidad es lo perecedero de la producción y Atilra juega siempre con eso", dijo.
Además, indicó que por el momento no se registraron hechos graves al respecto.
Según Cata, el pecio de la leche "está virtualmente congelado desde febrero".
"Estamos en una situación difícil. Argentina está estancada en una producción anual de 10 mil millones de litros. Las políticas fueron evidentemente erradas", comentó.
El consumo de cantidad de leche por habitante en Argentina disminuyó en los últimos años aunque se mantiene dentro de los más altos del mundo.
"Desde Brasil y China se están reactivando las exportaciones. Creo que si la industria se maneja con sensatez, podemos exportar bien. El precio internacional subió también después de un pico de baja. Hoy cuesta 3.200 dólares la tonelada de leche en polvo", concluyó.
Entrevistas de Luis Fernández Echegaray.
