El Disney World de la delincuencia

"Ciudad del Este es el Disney World de la delincuencia", dijo este martes Miguel Clariá al cerrar la Mesa de Café. 

Se trató de una síntesis perfecta para describir un lugar, en la parte paraguaya de la Triple Frontera, donde absolutamente todo es posible, en el que lo legal convive con lo ilegal, donde lo formal se tutea con lo informal, y las marcas auténticas se venden justo al lado de las mismas prendas falsificadas. 

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Pese a las aparentes contradicciones, todos conviven en esta mega feria comercial que tiene forma de ciudad. 

Los grandes shoppings, edificios que no se ven en las grandes urbes de la Argentina como Córdoba y Rosario, por ejemplo, son realmente lugares de otra parte del mundo enclavados en el corazón, en el centro de la triple frontera. A sus pies, está inserta la enorme feria donde todo parece ser lo que en realidad no es.

Ciudad del Este forma parte del kilómetro 0 de la larga ruta del delito que termina en los barrios de la Argentina. 

Apenas pusimos un pie en Ciudad del Este, y sin que nadie nos exigiera ninguna documentación en la frontera con Brasil, aparecieron los punteros para ofrecer un amplio abanico de ofertas: desbloquear celulares, computadoras baratas, picanas eléctricas, pastillas azules que supuestamente son Viagra, camperas de todo tipo, zapatillas, carteras, valijas, anteojos... 

En el medio de esta feria también están las maquinitas de juego electrónico: se coloca un billete y allí mismo, parados en medio del infernal ritmo comercial, se intenta ganarle a la suerte ya digitada por el algoritmo.

Es realmente fenomenal lo que se puede encontrar en esta feria que por momentos aturde y obnubila los sentidos. 

Otros vecinos de Ciudad del Este que viven más alejados de este caos comercial y humano aseguran que la ciudad es mucho más que esa primera foto que absorbe todo. 

Pero lo concreto es que resulta difícil pasar por alto semejante movimiento que arranca temprano, después de las 7, y que promediando la siesta comienza a bajar las persianas.

En Ciudad del Este, aseguran reportes de los servicios internacionales de inteligencia, ya han comenzado a hacer pie las células terroristas -o al menos parte de sus financistas-, junto a grupos poderosos del crimen organizado de Brasil. 

En Ciudad del Este, también, se guarecen prófugos de distintas latitudes, gente sin rostro ni identidad firme, que pasea sin problemas por las calles de la ciudad.

Una ciudad de frontera junto a uno de los destinos turísticos más importantes de la región, como son las Cataratas que comparten argentinos y misioneros, hacen de urbe paraguaya de poco menos de 600 mil habitantes el caldo ideal para que allí cualquier desconocido no sea percibido como un recién llegado.

En Ciudad del Este, mientras te ofrecen artículos electrónicos o indumentaria, también te tientan con un arma de fuego o directamente con cocaína.

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Es realmente alevoso lo que uno se encuentra en este lugar que obligó hace ya casi tres décadas a la creación de un Comando Tripartito integrado por las fuerzas federales de Argentina, Brasil y Paraguay. 

Pero lo real y concreto es que en este lugar al que llegamos para una cobertura especial de Cadena 3 sobre los puntos calientes de la inseguridad, el crimen convive con total impunidad con una actividad comercial en la que se mezcla absolutamente todo. 

Se trata del paraíso del contrabando, del lavado de dinero y la cuna del crimen organizado que después explota en los barrios de toda la Argentina cuando aparece un pibe con un arma de fuego en la mano. 

Un contrabando que ingresa a la Argentina través de cientos de pasos clandestinos para luego desparramarse por las venas del delito que recorren el mapa de todo el país.