Adiós a los ríos

Cynthia Zak

Ríos caudalosos, hermosos, nutrientes de animales y plantas, vías perfectas para el transporte de alimentos y necesidades de los humanos, fuentes de vida y crecimiento urbano muestran estragos causados por sequías históricas alrededor del mundo.

Me pregunto con preocupación y angustia si es hora de despedirnos de los ríos ¿Qué nos va a suceder sin ellos? ¿Cómo vamos a sobrevivir en el planeta cuando los cauces queden totalmente secos? ¿Qué podemos hacer tu y yo como seres responsables para revertir esta tragedia evidente y contundente?

En junio de este año las Naciones Unidas comenzaron una campaña llamada “superando la sequía juntos”, con el objetivo de crear conciencia basada en datos alarmantes sobre la situación hídrica no solamente en América Latina sino en el mundo entero.

El objetivo de este movimiento es activar a todos los sectores de la sociedad en lo que ellos consideran que es “la mayor amenaza para el bienestar y desarrollo de la región” y evidentemente si los gobiernos, políticos y líderes sociales no toman medidas urgentes en pocos años el desastre va a ser irreparable.

La mayoría de la humanidad depende de los ríos de una manera u otra para agua potable, riego de alimentos, fuente de energía y electricidad o transporte de mercancías de todo tipo.

Cuando uno de ellos perece o desaparece las consecuencias nos llegan a todos, no es problema de algunos pocos afectados, es algo que nos impacta de lleno a ti, a mí y al futuro de este mundo.

Pongan atención a esto que les comparto sobre la situación de algunos de los ríos más importantes del mundo

Río Paraná

Desde principios del 2020 este río se ha mantenido por debajo de sus niveles normales y el Instituto Nacional del Agua en Argentina asegura que esto se va a mantener por lo menos hasta finales de este año.

El INA advierte que “la sequía tiene características extraordinarias por su magnitud y persistencia” y ya ha provocado grandes estragos en la vida, medio ambiente y situación económica y productiva de toda la zona.

Río Colorado

La sequía histórica en el Oeste de Estados Unidos ha secado y estrechado uno de los ríos más importantes del país lo que ha producido cortes de agua obligatorios y otras situaciones de emergencia. Este río es fundamental y vital ya que llega con agua, electricidad y alimentos a más de 40 millones de personas en siete estados de Estados Unidos y México.

Río Yangtze

China anuncia una alerta de sequía extraordinaria ya que el río tiene sus orillas secas y sus afluentes se hacen innavegables. En la provincia de Sichuan 84 millones de personas dependen de la energía hidroeléctrica del Yangtze por lo que el impacto es alarmante ordenando cierre de comercios y fábricas por varios días ya que los servicios no dan abasto para toda la población.

Río Rin

Este río que fluye a través de Alemania y países bajos hasta el mar del Norte está seco en zonas anteriormente navegables lo que obliga a los barcos a reducir sus cargas hasta un 30 por ciento. Esto encarece costos de traslados, crea demoras en la llegada de suministros, pone los precios más altos en combustibles ya que los barcos cargueros deben navegar como si corrieran una carrera de obstáculos para no encallar y quedarse trabados.

¿Qué podemos hacer?

Así como estos ejemplos los informes reportan situaciones similares en ríos como el Po que atraviesa la parte superior de Italia, el Loira en Francia que se considera vital para la producción de los viñedos y para ecosistemas completos que dependen de sus aguas, el Danubio que atraviesa 10 países europeos y otros ríos en situaciones similares en todos los países de Latinoamérica.

Si hay un río cerca de tu casa, si pasa un rio por tu ciudad, si te gusta bañarte en sus aguas, si eres consciente de que la comida y tus necesidades básicas tienen que ver con el transporte por un río por favor no eches basura, no dejes desperdicios, no tires latas, recoge los plásticos, limpia sus orillas, no viertas residuos tóxicos y educa a tus pares con el ejemplo para que las nuevas generaciones tengan más conciencia de que sin ellos no hay vida.