Esperando buenas noticias

Jorge Parodi

En los primeros cinco días de competencia de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, la delegación de Argentina sólo sumó 2 medallas de oro y se ubica en el octavo lugar en el medallero general, en el que participan 41 países.

Las dos preseas doradas corresponden al esquí acuático-wakeboard, con los logros de Eugenia De Armas y Kai Ditsch.

De Armas es la actual campeona del mundo y obtuvo su segunda medalla panamericana dorada consecutiva, mientras Ditsch concretó lo que su hermano mellizo Ulf estuvo a punto de lograr cuando en Lima 2019 ocupó el segundo puesto.

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Se destacan entre las medallas de plata las de dos marplatenses: Florencia Borelli que hizo historia con su segundo lugar en el maratón femenino y la de Ulises Sarabia en natación, que con sólo 17 años remontó cinco puestos en los últimos 50 metros y terminó segundo en los 100 espalda.

Para los cordobeses la medalla de bronce de la riocuartense Macarena Ceballos en 100 pecho y el cuarto lugar en 200 pecho ratifican el gran momento de la nadadora de 28 años, ya clasificada a los Juegos Olímpicos del año próximo.

Previo a estos Juegos, sosteníamos que era muy difícil repetir la gran actuación de hace cuatro años en Lima.

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La degradación económica que padece nuestro país también afectó al deporte, la recurrente ausencia de una política integral de estado en materia de deportes, la falta de una renovación generacional y las limitaciones en la infraestructura deportiva, son algunos factores concurrentes y no excusas, que ponen en evidencia la orfandad de nuestro deporte amateur.

La delegación de Argentina apuesta a los deportes colectivos: el Rugby 7, el hockey, el handball, el vóley, el básquetbol y al talento de algunos deportistas como es el caso del palista bonaerense Agustín Vernice.

Acostumbrados, como están, a remar en dulce de leche nuestros deportistas mantienen encendida la llama panamericana y compiten detrás de sus sueños.