Padre Velasco: “Las clases dirigentes están en otro canal”

El provincial de los jesuitas en Argentina y Uruguay, el padre Rafael Velasco, consideró que las clases dirigentes del país están alejadas de los problemas de las mayorías postergadas e incluyó en su crítica a los religiosos, empresarios y medios de comunicación.

En una entrevista con Cadena 3, en el marco del ciclo “La Argentina, hoy”, que se emite todos los miércoles en el programa “Informados, al regreso”, Velasco, ex rector de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), dijo, además, que desea que el papa Francisco venga a Argentina, aunque confesó que entendería su ausencia.

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Al ser consultado acerca de cómo observa la realidad del país, en medio de la actual crisis económica y del proceso electoral en marcha, el sacerdote calificó de “complicado” el momento y señaló que la falta de trabajo, las drogas y la reinserción de los alumnos en las escuelas son las principales dificultades.

“Eso va acompañado de una dirigencia que va en otra sintonía, en una realidad diferente. Es como que hay un microclima de los grupos dirigentes, que no representan la realidad de la gente más postergada”, advirtió.

En ese contexto, el religioso, que hoy realiza su tarea evangélica en el conurbano bonaerense, en San Miguel, remarcó que “los sectores más postergados quieren trabajar”. Al respecto, afirmó: “Hay un clisé de los sectores medios y altos, según el cual pareciera que el pobre es alguien que quiere vivir sin trabajar, que son drogadictos y planeros. No es así: la mayor parte de la gente quiere trabajar y salir adelante dignamente”.

Con respecto a la distancia que percibe entre la dirigencia y los sectores más vulnerables, abundó: “Hay una postergación de las grandes mayorías, tal vez poniendo en agenda sólo los problemas de algunas minorías”.

“Los problemas de la gente son que necesita trabajo, educación y que no los maten cuando van a trabajar. Eso hay que escuchar. La clase política y dirigencial está pensando en la mayor o menor rentabilidad y no en la situación de la gente que no tiene”, agregó.

En esa línea, incluyó en su crítica a las clases empresariales y a los dueños de los medios de comunicación: “También ahí hay una mirada que debe abarcar más que el sector político del gobierno. Si no, quedamos entrampados en un River-Boca”.

“La dirigencia está en otro canal. También nos abarca a las dirigencias religiosas que debemos escuchar los problemas reales”, completó, con tono autocrítico.

Puesto a reflexionar sobre la exclusión de los sectores marginados de la agenda pública, expresó: “No sólo se necesita presupuesto, sino también políticas lúcidas. Y cómo eso se refleja en los medios: hoy se dedican metros y metros de pantalla a si (Mauro) Icardi y su mujer (Wanda Nara) están peleados, pero hay otros problemas más serios. Pareciera que los problemas de los ricos y famosos deberían interesarnos a todos. Hay otra realidad, que tiene que estar en la agenda, que son los problemas que afectan a las grandes mayorías”. 

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En otro pasaje de la entrevista, al ser interrogado acerca del si el Estado está preparado para asistir en el flagelo de la droga, contestó: “Tiene un desafío enorme. Ayuda a organizaciones eclesiales y de la sociedad civil a que ayuden, pero no como presencia. Si uno buscara un centro estatal de rehabilitación, son poquísimos y están atestados. Entonces, mucha gente va a buscar ayuda en espacios privados”.

“Sí, es verdad que hay una presencia subsidiaria para ayudar a ayudar, pero haría falta mucha más presencia estatal para ayudar a contener, además de todo lo que hay que hacer en materia de narcotráfico. La gran lucha en muchos lugares es que el Estado se haga presente y no las redes del narcotráfico que imponen sus leyes”, agregó.

Entrevista de Sergio Suppo y Luis Fernández Echegaray. 

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