Tranquilidad y seguridad, dos de los factores que invitan a vivir en Elena
Melisa y Sebastián son una pareja oriunda de Buenos Aires y un claro ejemplo de esta tendencia. Después de años de visitar la localidad cordobesa, se mudaron con sus tres hijos y abrieron una panadería.
18/09/2024 | 11:52Redacción Cadena 3
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Audio. El estilo de vida de Elena: una conexión profunda entre comunidad y naturaleza
La Argentina Posible
Elena, el pequeño pueblo ubicado a 146 kilómetros al sur de Córdoba, en el departamento Río Cuarto, es un lugar de historias entrañables y de un estilo de vida que atrae a quienes buscan una conexión más profunda con la naturaleza y la comunidad. Así lo relatan algunos de sus habitantes, quienes decidieron dejar atrás la vida en la ciudad para establecerse en esta localidad.
Melisa y Sebastián son una pareja oriunda de Buenos Aires y un claro ejemplo de esta tendencia. Después de años de visitar Elena, decidieron mudarse con sus tres hijos y recientemente abrieron una panadería llamada "Había una vez".
"Cada vez que me volvía a Buenos Aires, lloraba, me quería quedar en Elena", dice Melisa a Cadena 3 al recordar cada visita. Su historia resuena con la de muchos que encuentran en el pueblo un hogar.
Melisa y Sebastián se mudaron desde Buenos Aires a Elena con sus hijos y abrieron hace pocos días una panadería llamada "Había una vez". (Foto: Facebook)
"Acá la seguridad es increíble, podés dejar cualquier cosa sin preocupación", añade Sebastián, quien también destaca el contacto con la naturaleza como un factor clave en su decisión de mudarse.
La calidad de vida en Elena es un tema recurrente entre sus nuevos habitantes. "Yo me siento un elenense", dice Sebastián, quien al principio dudó en trasladarse. "Me costó mucho convencerlo, pero ahora estoy feliz, por la gente, por la tranquilidad", agrega Melisa.
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La pareja se sintió muy bien recibida por la comunidad, afirmando que, a pesar de ser porteños, son "queridos por la gente de acá".
Los testimonios de esta pareja que se vino desde Buenos Aires muestran ese sentimiento de pertenencia y satisfacción que comparten muchos de los residentes. "La calidad de vida que se lleva acá en el pueblo es otra cosa", concluye Sebastián, reafirmando que no se iría a ningún otro lugar.
Este ambiente de felicidad, seguridad y comunidad se ha convertido en un símbolo de lo que representa esta pequeña localidad de más de 3.500 habitantes.
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Informe de Fernando Genesir.
