El agrónomo riojano que gestiona un vivero de palmeras ornamentales en Alicante
Pedro de la Cuesta tuvo una activa carrera profesional en varios países antes de instalarse en España con su actividad. Conocé su historia.
16/03/2025 | 08:11Redacción Cadena 3
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Pedro de la Cuesta, ingeniero agrónomo de 35 años, trabaja en un vivero de palmeras en Alicante, España. Su labor se centra en la producción y comercialización de siete variedades de palmeras ornamentales, que se venden en diversos países europeos.
“Me encuentro hace un par de años en esta aventura que no había hecho antes como agrónomo”, expresa Pedro. Aunque el vivero se dedica principalmente a palmeras ornamentales, también cuentan con algunas variedades que clasifican como palmas.
La demanda de palmeras ornamentales ha crecido notablemente en Europa, incluso en países nórdicos. “Los grandes compradores que tenemos son países más bien nórdicos o fríos”, señala Pedro, quien menciona que las ventas más grandes se producen en Alemania, Holanda e Inglaterra.
Pedro explica que, a pesar de las condiciones climáticas adversas, los municipios y particulares adquieren palmeras para embellecer sus espacios. “Nosotros vendemos con la recomendación y con las condiciones óptimas para que puedan llevarse mejor las palmeras”, aclara.
El ingeniero también aborda el impacto del cambio climático en su trabajo, asegurando que algunas palmeras, como la Washingtonia, son resistentes a vientos fuertes. “Tienen una buena resistencia al volteo”, afirma.
La vida de Pedro no se limita solo a su trabajo en el vivero. Su trayectoria incluye una experiencia en Nueva Zelanda, donde trabajó en una granja de cerezas y mejoró su inglés. “Nueva Zelanda es un mundo muy particular”, recuerda.
Luego de regresar a Argentina, Pedro se trasladó a Estados Unidos para realizar una pasantía en Minnesota, donde trabajó en proyectos de mejora de variedades de remolacha azucarera. “Quería seguir conociendo gente, lugares, comida”, comenta.
Finalmente, tras volver a La Rioja, su abuela lo motivó a obtener la ciudadanía italiana. “Fui juntando los papeles para ver si juntaba la carpeta a la ciudadanía”, dice Pedro, quien llegó a Italia en 2020, justo antes de la pandemia.
En Italia, conoció a Flor Rivera, quien lo conectó con su actual trabajo en el vivero de palmeras. “Me he sentido muy bien en Alicante”, concluye Pedro, quien disfruta de su vida en España y de la comunidad argentina que ha formado allí.